Zacatecas.- Luego de que el edil de Ojocaliente, Héctor Bernal Gallegos intervino para tratar de evitar que se abusara de la fuerza pública en la detención de una persona en estado de ebriedad, en el centro histórico de Zacatecas, policías preventivos lo detuvieron a él también con lujo de violencia.
El funcionario detalló que el pasado domingo llegó a misa dominical en la Catedral de Zacatecas y se percató del individuo alcoholizado, “yo aplaudí la respuesta inmediata de los elementos de seguridad pública del municipio, pero en el transcurso de los minutos, hubo un exceso en cuanto a la fuerza desmedida de los policías”.
Era un ciudadano de aproximadamente 70 kilos, en muy malas condiciones a causa de su estado de ebriedad, continuó relatando el presidente municipal, por lo que intervino de manera respetuosa al observar que la persona estaba sangrando.
“Le comenté a la elemento de Seguridad Pública que ya era suficiente y era momento para detenerlo y trasladarlo, desafortunadamente la elemento se molestó cuando le dije: que como servidores públicos estamos para servirle a la gente, que ganamos de los impuestos que la gente paga y que veía con mucha tristeza que estuvieran agrediendo así, a un ciudadano”.
El asunto se tornó peor cuando el funcionario le informó que era presidente municipal y luego la oficial lo esposó, lo cual aceptó sin oponer resistencia.
No obstante, producto de un reciente accidente automovilístico donde resultó con daño cervical, Bernal Gallegos solicitó a la oficial ser trasladado en la parte delantera de la patrulla, solicitud que le fue negada, “dijo que no en tono burlesco, para que aprendiera y me diera vergüenza y me subieron en la parte de atrás de la patrulla”.
Una vez en la Policía Municipal se aclaró la situación y la señorita oficial aceptó que lo había sujetado de forma violenta de la chamarra, que no recibió insultos de parte del alcalde, aunque sí lo acusó de obstruir la ley.
Pese a que la policía preventiva es una de las corporaciones con mayor número de quejas en la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH), el edil dijo que el mensaje para los involucrados y para la población en general, es que cualquiera que ostente un cargo público, “está para servir a la ciudadanía y en todo momento se debe buscar el bienestar de los zacatecanos”.
Aclaró que no conoce al detenido y que solamente quiso intervenir para que no lo lastimaran.
Sobre si habrá de interponer una queja ante el órgano correspondiente, el presidente municipal depositó su confianza en su homólogo capitalino, Arnoldo Rodríguez Reyes, para que fuera él quien determinara las sanciones correspondientes.
Aunque aceptó que “fue una decepción, no por la investidura que hoy tenemos como presidente municipal, sino como ciudadanos, que nos hubieran tratado como si hubiéramos agredido físicamente a alguien, matado a alguien y nos hayan subido en la parte de atrás de la patrulla”.
“Me da mucha tristeza que los elementos de seguridad pública sean tan prepotentes, porque finalmente son servidores al igual que yo”.