Zacatecas.- “Quiero hacer un México más valioso, que aprenda cosas bellas, y un México más unido a través del aprendizaje”, expresó en entrevista la creadora del término gimnasia cerebral, la doctora Luz María Ibarra García, radicada en Nueva York.
La especialista mexicana fue invitada por alumnos del décimo semestre del Área Educativa de la Unidad Académica de Psicología de la Universidad Autónoma de Zacatecas (UAZ), con el propósito de impartir el curso Gimnasia Cerebral, dirigido a profesionistas del mismo, pero abierto al público en general, en el Teatro Fernando Calderón.
De acuerdo con la expositora, la gimnasia cerebral es una herramienta de activación que conlleva a la conexión con el sistema nervioso y el cerebro, a través de movimientos sencillos y estratégicos, que tiene la intención de activar el aprendizaje.
El objetivo –explicó– es estimular el sistema nervioso y el cerebro de manera integral para lograr un mejor aprendizaje.
“Al niño se le debe enseñar a hacer ejercicio, hay que darle la herramienta para que el sistema nervioso de forma natural se organice para que la gimnasia cerebral produzca la activación”, externó Luz María Ibarra.
Tras exponer que los movimientos de los músculos libera una sustancia que ayuda a tener una mejor conexión con el sistema nervioso, afirmó que uno de los ejercicios de gimnasia cerebral es dejar gatear al niño.
“En ocasiones las mamás no los dejan y la interacción de los dos hemisferios cerebrales se hace difícil; al llegar a la juventud o adulta, no coordina la música con el movimiento, no bailan y no hacen deporte”, comentó Ibarra García.
La especialista resaltó que los ejercicios incluidos en la gimnasia cerebral los puede ejecutar cualquier persona, desde nivel preescolar hasta adultos de la tercera edad en plenitud o con alguna disfunción, como niños hiperactivos, déficit de atención o síndrome de Down.
Para tal efecto, continuó Luz María Ibarra, se requiere un programa y elegir dos o tres ejercicios que corrijan aquella área que se pretende estimular.
“Es importante elaborar un programa acorde a las necesidades de estimulación, como la memoria, la concentración, la atención, las matemáticas, la presentación de exámenes, el mejoramiento de la lectura y la escritura, la expresión en público o la creatividad.
Luego se eligen los ejercicios y se realizan diariamente durante la primera semana; la segunda semana, un día sí y otro no; la tercera semana, un día sí y dos no, y la cuarta semana, cuando se necesite, porque el sistema nervioso se acostumbra a hacer el movimiento”, explicó.
Tras recalcar que en el caso de la memoria se estimula la zona del sistema límbico donde está el hipocampo, y el sistema nervioso se acostumbra a tener esa estimulación, se permite que la memoria se empiece a incrementar y a mejorar.
“Los ejercicios son acompañados de música, porque en algunos ejercicios se necesita tener una onda alfa, y en otros, una mayor actividad”, añadió Ibarra García.
En algunos momentos –comentó–, la música estimula el cerebro, para lo cual se utilizan obras de Mozart. También se combinan sonidos de la naturaleza y cantos gregorianos, que bajan la zona alfa.
“En otros momentos hay música para estimular en el cerebro la zona de imágenes, que es la occipital; para los sonidos, la zona temporal y la zona de sensaciones, que involucra el olfato, el gusto y tacto”, agregó Ibarra García.
La experta expuso que se acompañan “con música de arpas amadoras o guitarra relajante”, ejercicios que son conocidos como de Peter Pan, Pinocho, bostezo energético, la tarántula, nudos, los botones cerebrales, el gateo cruzado, ochitos acostados, ochitos con el dedo, el abc, cambiando la película cerebral, excelencia y cambiando el significado, entre otros, que producen una integración mayor.