Fresnillo.- “En pañales”, fue como calificó Pablo Meza García, jefe del departamento de Ecología, la propuesta de que los delitos ambientes se denuncien ante la Procuraduría General de Justicia del Estado, debido a que no se cuenta con abogados y jueces especialistas en la materia.
Aún y cuando la mayoría de los delitos de este tipo son regulados por la Ley General de Equilibrio Ecológico y Protección al Ambiente (Legepa) a nivel federal, Meza García refirió que es difícil que dicha legislación sea ejecutada, ya que no existen dentro de las procuradurías áreas que se especialicen en delitos en contra de la naturaleza.
Reveló que la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), a pesar de que es la encargada de los procesos administrativos en este ámbito, no cuenta con abogados especializados en la materia, además de que hace falta un departamento jurídico con el que se pueda demostrar ante el juez el daño causado.
Meza García manifestó que en El Mineral, en cuestiones ambientales, sólo trabaja la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) y el personal de la presidencia municipal, sin embargo, reconoció que no actúan directamente, debido a que no se cuenta con los recursos humanos y técnicos que se necesitan.
Los principales delitos ambientales que se efectúan en Fresnillo, los detectan en lotes baldíos los cuales, a falta de mantenimiento por sus propietarios generan acumulación de basura.
Meza García argumentó que de no acatarse lo que la ley indica, se hacen acreedores a una multa de 800 días de salario mínimo y es por eso que se les da una prórroga de casi una semana para limpiar su propiedad.
De igual manera, recalcó que otro de los problemas más latentes es el incremento de perros y gatos de la calle ya que las eses fecales de estos animales se convierten en un foco rojo de infección para los habitantes.
El funcionario municipal reveló que se estima que por cada diez ciudadanos existe un perro o un gato callejero, lo que se traduce en aproximadamente 20 mil animales sin hogar.
Comentó que la cultura ecológica no está fundamentada en el municipio, sin embargo desde el año 2010 se ha visto un cambio considerable en la sociedad, pues debido al rezago económico que existe, la gente comenzó a ver como una buena inversión el reciclaje.
A la fecha, esto no sólo ha ayudado a mantener más limpias la ciudad y las carreteras, sino que también se ha convertido en el sustento de muchas familias, pues el kilo de plástico de color al momento cuesta 3.50 pesos, cuando hace 8 meses se cotizaba en 60 centavos, por su parte el pet tiene un precio de 4.50 y 5 pesos.
Declaró que como jefe del departamento de Ecología concreta acuerdos con distintas empresas recicladoras, con miras a que se lleven a cabo limpias de presas, ríos y lagos, para que estas áreas se mantengan en buen estado y las compañías se beneficien económicamente.