OTRA DE ESPANTOS
Ni el bloqueo del bulevar metropolitano durante casi 12 horas logró hacer que se apareciera la secretaria fantasma, Maribel Villalpando, otro de los espíritus chocarreros de la casa del terror denominada nueva gobernanza.
Para que no se pierda la mala costumbre de este año, tocó el turno del magisterio de hacer el trámite correspondiente para ser atendido por las autoridades estatales: es decir, tomar la principal vía de comunicación de la ciudad para ver si así les pagan más de cinco meses de salario a cientos de docentes. El conflicto es único en el país, cortesía de quién más, sino de la Secta del Malestar.
Y fue la oficialista Sección 34 del SNTE la que volvió a exhibir la ineficiencia de la SEZ, para que más o menos calcule el tamaño del problema. Encabezando el plantón estaba Soralla Bañuelos, lideresa del sindicato y de Nueva Alianza también, pero como aclaró la diputada turquesa Martha Rodríguez allá por septiembre: “somos aliados, mas no incondicionales”.
SIN JUICIO
A todo esto, se preguntan desde el diputado Ernesto González hasta los maestros despreciados por la Secretaría de Educación, ¿no estaba la sexagésima cuarta Legislatura dispuesta a “hacer historia” y llevar a juicio político a Maribel? Prácticamente no hay semana escolar que se salve de una toma de plantel por las desgracias administrativas que, dicen los que saben, tienen sumido al sector educativo, antes cacaraqueado como pilar de la 4T, región trabada.
Villalpando Haro y sus secuaces son otros de los funcionarios que de sobra han demostrado su incapacidad de apagar cualquier fuego para el gobernador David Monreal, pero ni la fallida glosa logró dignificar la titularidad de la SEZ con un relevo.
La solución estaría en las comisiones legislativas Jurisdiccional, del naranja Enrique Laviada, y de Puntos Constitucionales, encabezada por el priísta Jehú Salas. A menos que al ex secretario de Gobierno lo persigan otros fantasmas: los de los procedimientos administrativos. ¿Miedo?
CUESTIÓN DE PERCEPCIÓN
A más de tres les cayó pesado ver el aviso de las publicaciones del Inegi para esta semana, pues se espera que el jueves se actualice la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana sobre la percepción al cierre de 2022. Y en el recuento tenemos: homicidios de hombres, mujeres, niños, policías, un general, un juez, un seminarista… bloqueos delincuenciales, disturbios en penales, asaltos en carreteras, desplazados (otra vez) y personas desaparecidas. Cálese nomás.
Aunque no todos esos hechos (no percepción) ocurrieron en la capital y Fresnillo, son estos los sentenciados por sus habitantes debido al temor que se extiende por la violencia en la entidad. Con el alcalde Jorge Miranda preocupa la asfixia a la economía y el presidente Saúl Monreal repite un día sí y otro también la urgencia de revisar la estrategia. ¿Será que ahora sí el Inegi habrá revisado su metodología?, como lo exigió el fresnillense. O que, como lo prometió, desde el instituto nos manden a alguien que nos explique de a cómo nos tocó y por qué tan caro.