GRAVE INTROMISIÓN
Un ave de mal agüero ronda sobre el caso del abogado Raúl. Las lenguas viperinas advierten que el conocido como el Ángel del Malestar ya hace torpes intentos para meter las garras por el servidor público presuntamente relacionado con el homicidio.
Y como orgulloso miembro de La Secta, quizá el subsecretario de Responsabilidades, Ángel Muñoz, no solo no ha medido la gravedad de que un funcionario del gobierno del estado pretenda hacerse el influyente con la Fiscalía y el Poder Judicial, sino que su intromisión salpique al mismísimo Poder Ejecutivo.
Es la desesperación de la Súper Malvada mano que manipula a Muñoz Muro. Mientras que al también juez con licencia, quien por cierto está impedido para litigar, evidentemente le importa poco ensuciarse la investidura al entrometerse en un caso tan delicado y tan sentido como el asesinato del joven Raúl.
Está por cumplirse la prometida judicialización y ya se verá lo que recuerdan desde el día uno los familiares de la víctima: “el crimen perfecto no existe”.
SE DESGAJA LA SECTA
Pierde unidad y poder ese grupo que la senadora Soledad Luévano bautizó como La Secta. Unos desertaron, otros marcaron su distancia y, recientemente, las diferencias entre la Innombrable y Carlos Zúñiga hicieron que este fuera removido de la Sedesol y reacomodado en la Jefatura de Oficina del Gobernador. Las víboras cuentan que la delegada “N” también ha tenido conflictos recientes (otra vez) con la legisladora Roxana Muñoz. Otra que tampoco anda contenta con la jefa de los siervos de la Nación es Analí Infante, a quien ya no le prestaron más la curul, aunque se dice que pagaba puntualmente su tributo a la reina del cash. La dueña de la diputación, Gaby Pinedo, pidió reincorporarse, pero faltó a la sesión solemne de Tlaltenango y a la comparecencia del fiscal Francisco Murillo. ¿De verdad tendrá ganas de regresar?
¿QUÉ LE DEBEN?
Gaby Pinedo no brilló como secretaria de Gobierno. Sobraron los reclamos por omisiones y errores que hubo durante su gestión. Por ejemplo, el presidente de Valparaíso, Eleuterio Ramos, se quejó de que la licenciada en Filosofía nunca quiso dialogar con autoridades de Durango para tratar la invasión de los tepehuanos a territorio zacatecano. A Kevin Guerra, quien fuera secretario particular de Pinedo, ya nadie lo aguantaba y fue hasta hace poco que se deshicieron de él. Y aunque la ex secretaria no destacó en eficiencia ni oficio político, ya quiere la coordinación de Morena en la Legislatura. Así pues, lejos de estar con la cola entre las patas, el clan Pinedo traería una lista más extensa de peticiones a la Nueva Gobernanza. Sienten que les deben mucho.
CASA SOLA EN JEREZ
Tuvo mucha suerte el gobierno de Jerez de que no ocurriera alguna emergencia o incidente durante la cabalgata del Sábado de Gloria. Ese día la casa estaba sola. El alcalde Humberto Salazar estaba de vacaciones en Mazatlán y José Meraz ya había renunciado como director de Seguridad Pública. Hubo algunos gandallas que quisieron aprovechar la ausencia de control y de mandos. Por ejemplo, gente a cargo del director de Turismo, Francisco Serrano, que entregó recibos a comerciantes por pagos que ellos no debieron recibir, sino el área de Comercio.
EL INFILTRADO
Pasó desapercibido el subsecretario Administrativo de Educación, Jorge Escobedo, en la visita del presidente López Obrador a Fresnillo para inaugurar (oootra vez) el Hospital de la Mujer. El funcionario estatal nunca se ha caracterizado por ser un gran gestor ni mucho menos, así que su presencia en el evento se debió más a un papel de informante que de protagonista.
Al comisionado de Búsqueda de Personas, Everardo Ramírez, le sobró chamba. Luego del evento del presidente, prometió reunirse con todas aquellas familias que gritaron consignas contra el tabasqueño.
Por cierto, se dice que la oficial mayor de Río Grande, Ingrid Esparza, pidió a personal de intendencia que limpiaran un rancho nomás porque sí. Fue una solicitud deliberadamente personal.