LOS INDESEADOS
No hay mal que dure cien años, dicen y otros ni siquiera un sexenio. El secretario general de Gobierno, Rodrigo Reyes, destronó a su coordinador jurídico, Heliud Palomo, y lo reemplazó por Alfonso Lemus. Por sus malos tratos, Palomo era el terror de la burocracia y si la secretaría tiene grandes problemas por demandas laborales, es por su culpa, aseguran las serpientes. Era tal su hostigamiento laboral que en una ocasión hasta hizo llorar a una trabajadora. Ahora el problema es que lo tienen como salero. No hallan donde ponerlo, pero mientras tanto sigue y seguirá cobrando. Otra a quien van a destronar, por segunda ocasión, será Elisa Ramos. Inició el sexenio como directora del SEDIF. Luego la mandaron con el secretario del Migrante, Iván Reyes, pero éste ya no la aguanta y ya pidió su salida.
NOMÁS NO QUIERE
Si el reglamento para la Ley de Salud Mental no ha salido, el responsable es el propio secretario de Salud, Uswaldo Pinedo. Este funcionario nomás no lo quiere aprobar y hasta califica como pueril la propia ley. La poca importancia que le da Uswaldo a este proyecto sería por la rivalidad que tiene con Norma Castorena, dirigente sindical del sector salud y la diputada Karla Valdez. Las dos mujeres no pueden ver al secretario y viceversa. Lo malo es que la falta de diálogo y entendimiento entre las partes frenará también otros proyectos que vengan en camino. Uswaldo es terco y aunque le hagan exhortos, si él insiste en que no salga el reglamento no saldrá.
SIGUE COMO CORCHOLATA
En las reuniones que tuvieron los ricardistas este fin de semana, en el Centro Platero, Teatro Calderón y Villanueva, uno de los mensajes que dio el senador Ricardo Monreal es que se mantiene como una de las corcholatas presidenciables y la única de origen zacatecano. Entre los asistentes se advirtieron otros mensajes políticos, como un semi destape de la síndico de Zacatecas, Ruth Calderón, para un distrito, o el distanciamiento de figuras de la Secta que estuvieron ausentes, como la diputada local Roxana Muñoz.
PUEBLOS MÁGICOS
Aunque en los últimos años el título sirve más de membrete que para bajar recursos, se siguen buscando los nombramientos de Pueblo Mágico. El actual presidente de Villanueva, Chailito González, no es el primero en su municipio que lo intenta. En la administración pasada, saltaron por alcanzar el título David Saúl Avelar, entonces edil de Tabasco; Norma Castañeda, de Moyahua, y Miguel Torres, de Villanueva. Ninguno lo consiguió. En el caso de Tabasco, el actual alcalde Gilberto Martínez iría por un tercer intento. Él y Chailito debieran destapar la botella solo hasta que el nombramiento fuera un hecho. ¿Para qué presumir desde antes?
CRECE LA GRANJA
Cuentan las víboras que Chailito, de Villanueva, desde que se hizo alcalde ha ido creciendo poco a poco su patrimonio como ganadero. Su prosperidad se da en medio de quejas por la designación de beneficiarios de apoyos que reparte Secampo en convenio con el ayuntamiento.
Por cierto, por parte de la oposición en la Legislatura no han faltado críticas de supuestos abusos del personal del Instituto Nacional de Migración. No estaría de más que algún diputado se reuniera con el representante de oficina de este instituto en Zacatecas, el general José de Jesús Barajas.