REGIDORES GANDALLAS
La voracidad de los regidores capitalinos había sido contenida un poco por el auditor Raúl Brito. Pero este año decidieron sacar las uñas y servirse con la cuchara grande. De los cerca de 40 mil pesos mensuales brutos que recibían de dieta, el monto aumentó a unos 60 mil pesos. Además, los gandallas reciben 10 mil pesos en vales de gasolina cada mes. Ninguno de ellos se opuso al aumento, pero las víboras dicen que había especial interés de Georgina Arce, del clan panista Del Havre, y del priísta Carlo Magno Lara. Los ambiciosos del cabildo le ordenaron en agosto a la secretaría de Gobierno, Magdalena Beltrán, que le preguntara a Brito si había broncas si se daban el aumento desde entonces. La auditoría les dijo que no podían modificar un presupuesto ya aprobado. Una observación de la ASE quedaría pendiente de responder ahora: ¿cuál es el beneficio de gastar más en las dietas dentro del plan de desarrollo? ¿Y la austeridad?
A TUITAZOS
Desde la comodidad del Twitter, el secretario general de Gobierno, Rodrigo Reyes, respondió a los comentarios del periodista e historiador Héctor Aguilar Camín, en los que opina sobre Zacatecas, la zona del silencio, publicado por Nexos, y los municipios asolados por el crimen en la entidad. “Las detenciones van a la alta”, “los resultados son claros”, “todos los delincuentes son perseguidos e investigados”, alegaba el joven Rodrigo. Incluso, se atrevió a presumir las búsquedas de personas, pero no a responder sobre las declaraciones de los colectivos acerca de que están a merced de la delincuencia para realizarlas. El funcionario tuvo poco eco más allá de algún respaldo de burócratas estatales y, en general, la percepción de inseguridad sigue muy mala. Lo de Aguilar Camín es otro granito en el arroz, pero por alguna razón se encendió Rodrigo.
SE LO TORCIERON
Se echaron otro round los diputados locales Priscila Benítez y Ernesto González, ahora descrito como “El Torcido” por la variedad de posicionamientos dentro de su propio partido: Morena. Primero fue Ernesto el que le echó en cara a Priscila su supuesto interés económico al agandallar un sobresueldo de 30 mil pesos por funciones en la mesa directiva y hacer berrinche por el descuento de dietas al faltar. Luego contraatacó Priscila. Le aclaró que nunca se opuso a que le descontaran días por ausencias, que si hablamos de nepotismo muchos salen raspados y le sacó los trapitos a Ernesto. Que se la pasa hablando en contra de la Súper Malvada y presionó para el juicio contra la secretaria de Educación (a la que Priscila también le trae ganas), pero ahí sigue en Morena, con la Nueva Gobernanza. “¿Somos o no somos?”, lo cuestionó. Tanto Priscila como Ernesto ya son ubicados como enemigos de la Secta, pero el morenista mantiene ciertos “vínculos” que lo hacen torcerse para un lado y para otro.
COMPARACIONES ODIOSAS
Ante la ola de calor, la diputada Cuquita Ávalos reprochó que en la Secretaría de Educación, que todavía mangonea Maribel Villalpando, no han hecho nada como reducir los horarios, modificar el ciclo escolar o llevar clases en línea, o incluso cambiar los uniformes. En Nuevo León, Aguascalientes y San Luis Potosí ya se han tomado acciones al respecto. Dicen que este tipo de comparaciones generan convulsiones en el equipo de la secretaría. Pasa lo mismo cuando en el magisterio recuerdan otras administraciones en Educación, pues en ninguna tuvieron tantas broncas como en la actual. Para empezar, todos los ex secretarios y ex secretarias, cuando menos, habían comparecido.
DESPLIEGAN A LOS SERVIDORES
En los ayuntamientos ya están hartos de que los servidores de la nación les agandallen los programas, despensas y acaparen los padrones. El director del DIF de Enrique Estrada, Miguel Ángel Torres, a quien le cayó una puerta encima, se quejó de fuertes presiones de estos tipos. Y Salvador Cabral, primer edil de Momax, exigió respeto a la autonomía del ayuntamiento y anticipó que su equipo no acudirá a una entrega de apoyos que los servidores harán el viernes. Los culpó de hacer un desorden con los padrones de beneficiarios. La causa de ese desastre, aseguran los ponzoñosos, son las ambiciones político-electorales de la Súper Malvada, lo que ya generó pleitos hasta con alcaldes “aliados” hasta hace poco, como Daniel López, de Ojocaliente. La Secta del Malestar no va encontrar la sumisión que busca en los ayuntamientos, a menos que algún alcalde no tenga dignidad. ¿La tendrá Noé Esparza, de Jalpa?