Zacatecas.- El incremento de la violencia encuentra su origen en la flexibilidad en las normas de crianza dado que los padres tienen que trabajar todo el día, además del fácil acceso que los menores tienen a las redes sociales y a contenidos no aptos para ellos.
Lo anterior, consideró Eleazar Hernández Torres, titular de la Coordinación de Psicología Forense de la Procuraduría General de Justicia del Estado de Zacatecas (PGJEZ).
Quienes intervienen en hechos delictivos –afirmó– es por influencia de factores asociados con la desintegración social, escasos recursos económicos, no acceso a la educación, drogadicción y malas compañías, por ejemplo, aunque este patrón no hace la regla, acotó.
Otros elementos que inciden para que haya más delincuentes son la autoridad que ejercen la televisión, la música, algunas figuras famosas y sus vestimentas, como un objetivo de pertenencia e identificación.
Éstos se convierten en un signo de alarma para un padre de familia que observa un comportamiento fuera de lo ordinario en su hijo, alertó.
Portar joyas ostentosas –aunque sea de latón–, usar tenis de marca, determinados peinados, escuchar narcocorridos y/o ponerse tatuajes con alta representatividad de pertenencia a algún grupo o creencia, son algunos signos que los especialistas han detectado en la gran mayoría de los jóvenes involucrados en algún delito.
El especialista de la PGJEZ, afirmó que “la gran mayoría de los delincuentes se hacen, (pues) para que una persona nazca así, tiene que haber una cuestión patológica, orgánica, lesiones a nivel cerebral durante la gestación o el parto (uno de 100 delincuentes, acotó), pero la gran mayoría tiene que ver con las pautas de crianza, el factor principal es el factor familia”, enfatizó.
Menores, los más afectados
Eduardo Hernández Ayala, perito en psicología forense, ejemplificó que si quienes se dedican a asaltar tienen rasgos sádicos e impulsivos es más probable que cometan delitos más graves, porque está dentro de su personalidad; este tipo de personas –dijo– son quienes presentan un grado de peligrosidad de media hasta máxima.
Desde muy temprana edad se comienzan a percibir ciertas características psicópatas en quienes resultan potenciales delincuentes, como actitud antisocial, trastorno de personalidad o vandalismo, las cuales pueden ser diagnosticadas antes de los 14 años, o la perturbación disocial, que puede identificarse antes de los 18.
Ambos especialistas coinciden en que el núcleo familiar es la principal institución formadora de las personas, seguida de la escuela y finalmente del Estado.
Señales que hay que atender en los hijos:
– Insuficiente apoyo afectivo entre la familia; los padres dan por hecho que los hijos saben que los quieren, pero ellos requieren demostración.
– Son retraídos, viven encerrados en su habitación, absortos en la computadora o celular al navegar redes sociales e Internet en general.
– Usan prendas de vestir relacionadas con algún grupo social en particular.
– Tienen marcas, dibujos o tatuajes con algún significado específico.
– Portan joyas, dijes o escapularios que representan una creencia determinada.
– Bajan de calificación o no muestran interés por cumplir con sus deberes escolares.
*NOTA: Estos factores no son determinantes para que una persona sea criminal, sólo son rasgos que se han identificado en la mayoría de jóvenes y adultos involucrados en algunos delitos.