MÉXICO, DF.- Pese a sus débiles finanzas, en los últimos 24 meses, Pemex ha gastado más de 766 millones de dólares en la readquisición de plantas de fertilizante, un producto con precios bajos en un mercado internacional saturado.
Apenas la semana pasada, la petrolera anunció que gastó 255 millones de dólares en readquirir Fertinal, grupo que operaba la familia Covarrubias, para agregar 1.2 millones de toneladas en capacidad a su subsidiaria Pemex Fertilizantes.
Dicha inversión se suma a los 475 millones de dólares que pagó a AHMSA por la recompra de Agro Nitrogenados, ubicada en Veracruz, donde pretende producir urea, y a los 36 millones que destina a una planta de amoniaco en Camargo, Chihuahua.
Según la versión de Pemex, con la compra de Fertinal, busca reconstituir el mercado interno y orientar el producto hacia sectores menos desarrollados, como la región sur-sureste del País.
Pero la estrategia de la empresa dirigida por Emilio Lozoya es cuestionada por expertos, pues, a nivel global, hay una sobreproducción de urea de 14 millones de toneladas, principalmente de Argelia, EU, China y Nigeria.
Este exceso de oferta en el mundo tiró los precios en 2015 en un 50 por ciento para la urea y el amoniaco respecto a 2014.
Luis Miguel Labardini, especialista energético de Marcos y Asociados, criticó la inversión de Pemex en un entorno de falta de liquidez y un capital social negativo de 70 mil millones de dólares.
“Destinar esos recursos a un segmento que no es estratégico, como es el de los fertilizantes, me parece una decisión difícil de entender. Pemex debería concentrar todos sus recursos en la extracción y producción de petróleo”, refirió.
De hecho, la empresa tiene más de un año de retraso en la modernización del complejo petroquímico de Cosoleacaque, Veracruz, y su producción de amoniaco, insumo vital para producir fertilizantes, cayó 32 por ciento de enero a septiembre del año pasado respecto al mismo periodo de 2014.
Luis Miguel Romero, presidente de la Asociación Nacional de Comercializadores y Productores de Fertilizantes, comentó que la clara intención del Gobierno de participar en el sector podría perjudicar al sector privado si no existen reglas claras de competencia.
“Lo que no quisiéramos ver nosotros es un monopolio en la producción”, comentó Romero.