Miguel Auza.- Algunos docentes y personal administrativo del Colegio de Bachilleres del Estado de Zacatecas (Cobaez), plantel Miguel Auza, denunciaron que las anomalías que se registran en la institución y que se dieron a conocer desde el año pasado continúan sin que directivos del subsistema las atiendan.
Los quejosos, quienes pidieron omitir su identidad, lamentaron que las autoridades educativas se cuestionen el aumento de la deserción de estudiantes, “cuando saben que el que no se respeten los lineamientos del subsistema, ni se tome en cuenta a los jóvenes merma su interés”.
Recordaron que el 1 de marzo, a unos días de que se publicara la convocatoria para concurso a puestos de dirección, cuando los responsables hasta ese momento no tenían ni un año al frente del plantel, la Dirección General del Cobaez dio posesión como nuevo director a Alberto Esquivel Reza.
De igual manera, dieron a conocer que los maestros Gaspar Salas Guangorena y Juana Alejandra Hernández Ibáñez, ambos ex directores, destruyeron parte de las instalaciones eléctricas y mobiliario del espacio donde se acondicionó un laboratorio de cómputo por necesidades del plantel.
Ante lo ocurrido, resaltaron, la directiva permaneció impasible, pues hasta el momento no se les ha dado a conocer qué acciones legales y/o institucionales se emprendieron contra los responsables, “este acto esquizofrénico no puede quedan impune, hay reglas escritas y sanciones de la misma naturaleza que indican cómo deben ser castigados”.
De igual manera, sostuvieron que existe un déficit de compromiso institucional, ya que existe en las autoridades una falta de liderazgo y justicia; ejemplificaron con el caso del docente Servando Canales Esquivel, “de quien con frecuencia se observa su salón con un gran desorden y alumnos postrados sobre su escritorio”.
Acusaron a Salas Guangorena de que de manera reiterada se presenta a clases con aliento alcohólico y a otros, como Juan Manuel Aguilar Mireles, Alberto Esquivel Reza y Javier Márquez Esparza,, quienes aprueban a los estudiantes a cambio de alguna dádiva que los alumnos están dispuestos a dar con tal de no reprobar.
Los inconformes cuestionaron si las autoridades no se dan cuenta de estos comportamientos “¿o nuevamente prefieren hacer oídos sordos en detrimento de la educación de los muchachos?”.
En tanto, señalaron a Miguel Ángel Ramírez Espino, “quien pone a vender golosinas a sus alumnos del grupo de danza con el argumento de que lo que se recaude es para comprar vestuario para sus actividades”.
“El hecho es que en el plantel no hay nada que indique que de verdad los compra, si así fuera, en el inventario existiría gran variedad de prendas y calzado de vestir, de distintos estados, de diferentes culturas y no la hay”, aseguraron.
Asimismo, dieron a conocer que en el plantel hay tres personas con puesto y salario de auxiliar de Biblioteca, “pero ni biblioteca hay; están registradas seis personas sin labor definida, como Víctor Manuel Perales Salaices, quien está ‘congelado’ por no haber presentado el examen de ingreso, luego de ocho meses de impartir distintas asignaturas”.
Sin embargo, dicha medida –referente a la reforma educativa– denunciaron, no es pareja ya que hay otros casos como el de Juan Manuel Pichardo, y las anteriores directora y subdirectora, Verónica Pérez Estrada y María Elena Pérez Fabela, respectivamente, quienes no participaron en ningún proceso.
Ante tal situación, solicitaron la intervención del nuevo director general del subsistema, Rafael Sánchez Andrade, para que acuda al plantel a constatar la situación y tome cartas en el asunto.