El obispo de la Diócesis de Zacatecas, Sigifredo Noriega Barceló, reprobó la violencia que se ha desatado en la entidad en las últimas semanas, sobre todo en Fresnillo.
Calificó como “tremendamente lamentables” los crímenes ocurridos y recalcó que son “acciones que no deberían existir”.
Además, destacó que este tipo de hechos no sólo se presentan en las calles, pues también existen distintos tipos de agresión en las familias.
“No es sólo violencia provocada por el narco, hay muchas violencias dentro de las paredes de muchas casas”, puntualizó.
El prelado lamentó que personas inocentes, incluso menores de edad, sean involucrados en acciones cruentas.
Por ello, llamó a las autoridades y a la ciudadanía a valorar la calidad humana de la sociedad actual y a reafirmar la educación como un modelo para forjar valores y cambiar la situación de inseguridad.
“Debemos cuestionarnos qué estamos haciendo bien y qué estamos haciendo mal. Son hechos lamentables, por qué involucrar criaturas, jovencitos, ¿qué culpa tienen? Tienen que hacernos pensar que algo estamos haciendo mal y debemos ponernos a pensar de dónde viene esta violencia”, sentenció.
Noriega Barceló reiteró que este problema involucra a todos, no sólo a las autoridades gubernamentales.
“Son situaciones que indican que nuestra sociedad se está ulcerando, que se está fragmentando por el mal, y es algo que tenemos que ayudar a curar; esto no se soluciona solo”, alertó.
Folkloriada, buena señal
Sigifredo Noriega celebró que el estado haya sido elegido como sede de la Folkloriada Mundial 2016 y resaltó que el evento fue una oportunidad para aprender de lo mejor de las naciones participantes.
“Esto significa que confían en nosotros, es un gran reconocimiento, no estamos tan mal, estamos suficientemente bien para recibir gente y dejarnos alimentar por esta misma gente”, expresó.
Expuso que este tipo de festivales unen a las naciones; las delegaciones que visitaron la entidad “son un canto de esperanza a través de las manifestaciones artísticas, son trabajadores de la paz”, subrayó.
El obispo recalcó que la folkloriada “ha abonado a la paz” en el estado y que este tipo de eventos culturales “son escuelas que hacen factible la esperanza”.