No hay noche sin día ni libertad sin anarquía
No existe nada más liberador, de la aterrada alma, sobre todo en estos años de muchos balazos y más ideológicos bandazos, que revisar los diarios y leer declaraciones cada día más aterradoras, como saber, que Ricardo Monreal afirma que él no quiere hueso sino estar bien con AMLO. Y si de tener referentes electorales se trata, me quedo con el líder Heberto Castillo. Él sí era muy chingón. Y que cada quien escoja los que quiera, total, algunos piensan que Claudio Xoconoxtle González es científico social (uyyyy qué miedo).
Cuando hablo de la Patria, me refiero esencialmente a los momentos que la memoria guarda de esos chispazos en que, hombres y mujeres, se enfrentaron a la miseria del imperialismo. Los burgueses siempre han sido miserables, no importa cuántas comidas y cenas hayan organizado para juntar dinero para apoyar a los pobres. Ni tampoco importa que se levanten el cuello blanco para gritar que gracias a ellos se han creado miles de empleos (su inversión la recuperan al múltiplo, gracias a dios). Los burgueses no son católicos, si algo le estorba a la burguesía es la existencia de una iglesia comprometida que le reproche sea tan miserable. Los burgueses de nuestra patria pueden beber champaña con Onésimo Cepeda, pero no con Sergio Méndez Arceo.
¿Qué iglesia apoyan los burgueses? Pues aquella que les ayude a mediatizar a la clase obrera, cualquiera otra que plantee la reivindicación de los obreros y su lucha, debe ser exterminada. Y a todo esto, ¿qué tiene que ver lo anteriormente descrito, con las elecciones en el Estado de México y Coahuila? La verdad no lo sé, pero tenía ganas de decirlo al recordar a un supuesto sacerdote que, cada que empezaba su servicio, pedía a los feligreses que solicitaran al señor que se murieran todos los comunistas. ¡Pero miren que cura jijo de toda su…! En fin, esta fauna aun pulula por esta patria mía.
Y sí, habrá elecciones en dos entidades federativas del país (dos ranchotes pues) este fin de semana. Dicen los sabihondos que PRI y Morena ya se repartieron una y una. El Estado de México para Morena y Coahuila para el PRI. O sea que el Grupo Atracomulco o chupa faros o se vuelve morenista; total, bailan al ritmo que les tocan para que no les toquen sus dineros mal habidos. Así ha sido la cultura priísta por años, pierde mi candidato y me arrodillo ante el que queda (los jóvenes que no conocieron al partido hegemónico en sus buenos años, pueden ver a varios morenistas en la actualidad y hagan de cuenta).
He visto en las últimas semanas a muchos ex priístas y ex perredistas (en ese orden saltimbanqui) hablando maravillas de la candidata de Morena. ¡Uyyyy, pero qué calidad de personas! Uno les escucha y la verdad es para no creer. Es como si en algún mundo paralelo (disculpando los extremos de la comparación), Juárez hubiera levantado la mano de Maximiliano y, en un patriota speech, dijera a los mexicanos: “Os digo en verdad que nada pudo pasarle mejor a la patria que la llegada de este gran hombre y estadista. Hoy será un día que recordaremos por siglos, porque estamos condenados a ser del primer mundo. Anuncio la formación del PRI (Partido del Real Imperio), que como organización política coadyuvará con el emperador de todos los mexicanos”.
¡Ah jijo, que comparaciones tan grifas! Es como preguntarle de política a Fox, cuando se encuentra en estado inconveniente. Pues, así las cosas, el mapa político deberá ser configurado en estos días y, of course, que habrá de influir considerablemente en las elecciones generales del próximo año. Y, por cierto, ¿nadie les ha dicho a las corcholatas, que los aventurados seguidores que van recogiendo de los ranchitos en lugar de sumar, restan? Es que cuando los ve uno en las redes sociales, nos invitan a salir corriendo a los brazos de la Señora Abstención. Y no solo lo dice su servilleta, lo dicen muchas personas y mucho ilustre universitario. Por favor, díganles a sus mascotas que se guarden, les harán un gran paro.