Fresnillo.- A mediados del siglo XX, una señora llamada Petra era muy devota de la Virgen de la Candelaria y le gustaba rezar el rosario con sus vecinas, con quien tenía muchos problemas por ser chismosa.
Todas vivían en la calle Aquiles Serdán, antes Del Rosario, en la colonia Centro.
Un día, Petra enfermó de gravedad y acudió al Templo de Nuestra Señora de la Purificación para prometerle a la Virgen de la Candelaria que le rezaría el rosario en procesión junto con sus vecinas si le devolvía la salud.
Su petición fue escuchada y el milagro se le cumplió tiempo después; sin embargo, Petra no respetó lo prometido y vivió así por 20 años más.
Por ello, cada vez que se acerca el Día de los Fieles Difuntos, las almas de Petra y sus vecinas salen a vagar en pena.
Personas en la actualidad han visto en varias ocasiones cómo estas almas en pena van en procesión, rezando y cantando hasta llegar al Templo de Nuestra Señora de la Purificación, mismas que no pueden descansar en paz gracias a su vecina chismosa Petra.