ZACATECAS. Con ramos de palma en lo alto, decenas de feligreses de la iglesia católica aguardaron la bendición del obispo Sigifredo Noriega Barceló en la Plazuela Miguel Auza, para dar inicio a la Semana Santa.
Durante un par de minutos, frente a las puertas del ex templo de San Agustín, la grey católica recibió la bendición tras el recordatorio del obispo que Jesús entregó en Jerusalén montado sobre un animal de carga, “porque así es cómo viajaba la gente pobre”.
También recordó que con este acto daba inicio la celebración de la Semana Santa “con la profecía de que el Mesías iba a llegar montado en un burro, así Jesús con humildad nos va diciendo la importancia que tiene ese gesto”.
Al concluir el mensaje, las campanas de la Catedral Basílica comenzaron a repicar llamando a los fieles a realizar la procesión hacia el principal templo de la Diócesis de Zacatecas.
VIVIR EL MISTERIO
La procesión inició con un niño montado sobre un burro, en representación de Jesús y seguido de 12 menores caracterizados como los apóstoles hasta las puertas de la Catedral.
Durante la caminata se escucharon cantos y las palmas vistieron de verde la principal avenida de la capital zacatecana.
Al llegar a la Catedral Basílica, Noriega Barceló celebró la homilía, donde llamó a los fieles a realizar una celebración de la Semana Santa “como la gran solemnidad en la vida del bautizado y del cristiano”.
Mencionó que durante esta Semana Santa se vivirá el misterio pascual de Jesús. “El triunfo al fracaso, lo reciben quienes habían sido beneficiados por algún milagro”.
También convocó a los fieles a vivir más allá del momento y de la superficie. “Vayamos al misterio de amor que encierra el misterio pascual. En la Pascua de Jesús que también es nuestra propia Pascua”.