Zacatecas.- Entregado al noble trabajo de educar, desde hace 22 años, Juan Manuel Muñoz Hurtado define la docencia como “una oportunidad de oro para cosechar triunfos, codo a codo con los niños”.
“Es edificante verlos aprender basados en el constante estudio y actualizarlos para darles lo mejor”, enfatizó el maestro de alumnos de primaria.
Juan Manuel Muñoz es egresado de la Escuela Normal General Matías Ramos Santos, de San Marcos, Loreto. En 1995 inició su labor en Estancia La Colorada y Guadalupe de las Corrientes, Villa de Cos; ahí, durante siete años dedicó “alma y corazón” a los niños de la comunidad.
La mayoría de sus estudiantes carecía de recursos económicos en ese entonces y ahora algunos son profesionistas, otros comerciantes, “pero son gente de bien”, resaltó el docente con una sonrisa de satisfacción por su objetivo cumplido.
En 2002, luego de obtener el grado de maestría, Muñoz Hurtado cambió su residencia y se integró a las aulas de la escuela Club de Leones, ubicada en la avenida 5 Señores en la capital, donde trabajó con gis y borrador durante ocho años.
De su labor, presumió que durante ese tiempo se dedicó a “sacar campeones en español y matemáticas”. Además, con júbilo en sus palabras, recordó que en la celebración del Día del Maestro, el año pasado, fue invitado por el presidente de la República, Enrique Peña Nieto, para otorgarle un reconocimiento por su destacado desempeño en la evaluación docente, pues fue uno de los pocos que obtuvo resultados destacados.
“A casi 22 años de haber egresado de mi San Marcos, si tuviera la oportunidad de elegir otra profesión, volvería a ser maestro; el deber cumplido es una satisfacción y así se demuestra con los niños que se pueden educar de una manera correcta”, dijo con la voz quebrada por la emoción.
El reconocido maestro destacó la importancia de la profesionalización en la labor que desempeña, por lo que llamó a sus colegas a que se preparen y no se conformen con su grado; “serían rebasados al paso de un par de años y sus técnicas pedagógicas no resultarían adecuadas a los tiempos modernos”, explicó.
“Es de alto grado de exigencia ser maestro, pero esto elegí como forma de vida y estoy orgulloso de ello. Vamos hacia delante y sólo quiero seguir haciendo lo que me gusta: estar frente a grupo con mis alumnos”.