GUADALUPE. En respuesta al aumento de la violencia tanto en inmediaciones como dentro de escuelas de Guadalupe, el alcalde Enrique Flores Mendoza informó que se colocarán cámaras de seguridad en las instituciones educativas ubicadas en los polígonos más peligrosos del municipio.
Explicó que esta medida de prevención se tenía contemplada, en acuerdo con la Secretaría de Educación de Zacatecas (Seduzac), incluso antes del asesinato ocurrido este jueves, afuera de la primaria Salvador Varela Reséndiz, que se localiza en la zona conurbada.
Se trata de sistemas de circuito cerrado que se instalarán en 60 planteles de nivel básico y que serán propiedad del Municipio y no del Centro de Control, Comando, Comunicación y Cómputo (C4).
“Serán cámaras ubicadas en los patios de las escuelas, entradas, bardas perimetrales, puntos estratégicos, con las cuales se estarán monitoreando los movimientos tanto de alumnos como de maestros y personas ajenas a la institución”, detalló el alcalde.
Las escuelas fueron seleccionadas según los riesgos a los que están expuestas; se consideró principalmente su ubicación, por encontrarse en áreas con mayor densidad poblacional y que padecen problemas como desintegración familiar, altos índices delictivos y consumo de drogas.
Además, porque colindan con arroyos y lotes baldíos, espacios que facilitan la venta de estupefacientes entre la población escolar, y que tengan facilidad para que personas ajenas ingresen a las instituciones.
Como medida adicional, Flores Mendoza anunció que la Dirección de Seguridad Pública Municipal (DSPM) intensificará el patrullaje durante las horas de entrada y salida de las instituciones educativas y, en general, durante el horario escolar, para detectar a tiempo movimientos o conductas sospechosas que pudieran ser detonantes de hechos delictivos.
Por otra parte, se tiene un proyecto que busca apoyar a las escuelas para solucionar los problemas de infraestructura que padecen.
Con este programa, se donará un capital semilla de 20 mil pesos a cada una de las instituciones, para que con ello realicen actividades como rifas, que les permitan aumentar el fondo y atiendan las necesidades urgentes que tengan.
“Necesitamos que los padres de familia se involucren, dado que la preocupación es mayúscula, sobre todo por la infraestructura de las escuelas, pues no se cuenta con los recursos necesarios para su mantenimiento”, finalizó.