GUADALUPE. El placer de la comida del mar se esconde en la calle Luis Echeverría 23, en la colonia Ejidal ubicada en Guadalupe: El Cangrejillo Ermitaño, un pequeño restaurante de mariscos con 18 años de respaldo.
Jesús Rodríguez Guillén inició este negocio en la avenida Guerrero, donde duró dos años; sin embargo, por azares del destino, se pasó a la calle Luis Echeverría.
Por fuera parece una casa más de la avenida, por dentro, es un restaurante al que no le falta nada para disfrutar de la buena comida.
El aroma a pescados y camarones despierta el apetito de los comensales al colocar un sólo pie dentro del lugar.
Pese al calor que se desprende la cocina, los clientes adoran acercarse para pedir un refrescante coctel de camarón.
Como en cada restaurante, El Cangrejillo Ermitaño también cuenta con sus especialidades: tostadas de ceviche, filete empanizado y filete a la veracruzana, que a decir de Jesús Rodríguez, “es menos común pero está muy rico”.
Desde las 11 hasta las 18 horas, el restaurante está abierto de lunes a domingo, sin días de descanso.
El negocio se formó en tiempos difíciles cuando Jesús necesitaba de manera urgente un modo para tener ingresos.
“La idea surgió a partir del desempleo, andaba buscando una forma de vida, tratando de buscarle el modo”, comentó.
Disfrutar de un refresco, una cerveza fría, preparada como león rojo o michelada, es una grata experiencia para quien visita.
El peculiar nombre de esta marisquería nació de buscar un referente a la playa y a los más reconocidos restaurantes de mariscos.
Cada platillo se prepara al momento, con productos traídos desde el Golfo y desde el Pacífico de México para garantizar su frescura.