VETAGRANDE.- Con la imagen de pueblo antiguo, entre los cerros se encuentra la cabecera de Vetagrande, municipio ubicado a unos 20 minutos de la capital.
La aventura comienza desde la carretera, donde la hermosa vista de los valles zacatecanos se abre camino para ofrecer un espectáculo de luces y sombras.
Al entrar por el pueblo se aprecian los tiros de mina que rodean el lugar, y al pasar por las cerradas curvas el aire fresco que se respira da una sensación de paz y tranquilidad.
Sus calles estrechas y empinadas ofrecen un viaje placentero a los pueblos zacatecanos que conservan esa alma de poblado pequeño y hospitalario.
Vetagrande se encuentra rodeado, al norte, por el municipio de Pánuco, tanto al sur como al oriente por Guadalupe, y en la parte poniente por los municipios de Morelos y Zacatecas.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) está formado por una extensión territorial total de unos 142 kilómetros cuadrados y, debido a las elevaciones que existen en su territorio, presenta una altitud promedio de unos 2 mil 500 metros sobre el nivel del mar.
Visitar una de las conservadoras cantinas y billares resulta un placer en este municipio, pues conserva la tradición y el buen servicio típico de estos espacios de esparcimiento.
Caminar por las calles de Vetagrande es una oportunidad para observar las obras arquitectónicas del siglo 14, como el templo del Calvario, ubicado justo en la cima de un cerro, al centro del poblado, que destaca de entre el resto de los edificios.
Otro de los recintos religiosos es el templo de Guadalupe, que se encuentra justo enfrente de la presidencia municipal.
En Vetagrande se encuentra el Museo Municipal del Centro Cultural Niño minero, en el que tendrá la oportunidad de conocer la historia del municipio.