GUADALUPE.- Habitantes del polígono La Fe, quienes fueron desalojados este jueves de la colonia Ampliación Minas, ubicada en el cerro de San Simón, en Guadalupe, reclamaron al presidente municipal Enrique Flores Mendoza pague los daños a siete casas donde habitaban 10 familias.
Los afectados argumentaron que interpondrán una queja ante la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Zacatecas (CDHEZ) para que les restauren los daños y atiendan las afectaciones psicológicas que sufrieron al ser desalojados.
Una de las afectadas expuso que desde hace un año habitaban dicho lugar, pero el Ayuntamiento de Guadalupe manifestó que estaban deshabilitados los tejabanes construidos con cartón y hule.
“Eso que dicen no es verdad, uno pues no está porque lleva a sus niños a la escuela y salimos a trabajar ya que tenemos que comer”; sin embargo, no explicó el porqué no se encontraban los moradores en su domicilio en el momento del desalojo.
El representante legal de los colonos afectados, Alejandro Blanco, al ser cuestionado sobre la certeza del predio aceptó que no se tenían escrituras desde hace tres trienios en Guadalupe, y justificó que hicieron un convenio para tener cartas de asignación, pero subrayó que no fue respetado y posteriormente desalojados.
En la indefensión
“Se llevaron todo en camiones de volteo, camas, televisiones, colchones y demás. En un segundo nos dejaron sin nada, y todo lo que habíamos tenido con esfuerzo”, contó Dionisia “N”, mujer de 75 años que se quedó prácticamente en la calle por el desalojo de 10 familias en el cerro San Simón, a manos del gobierno de Enrique Flores Mendoza.
Con voz quebrada y lágrimas en sus ojos, la señora dijo que no tiene a dónde ir, más que con una de sus hijas, quien ahora le da asilo mientras consigue un nuevo lugar dónde vivir, o que se resuelva si le pagan o no los daños por el desalojo.
“No soy gente maleante. Ahora, el presidente Enrique Flores está haciendo cosas que no se deben, dejando en la indefensión a personas como yo y también a familias. Casi todos nosotros, del polígono La Fe, ya de la tercera edad”, expresó.
Comentó que no sabe qué hacer ahora que no tiene casa, y como una de sus decisiones será seguir en pie de lucha para ella buscar cómo recuperar los bienes materiales que le fueron quitados.
“Esto casi es un robo porque no avisaron. Había niños viendo esto. No es justo que lo hayan presenciado. Se trató de una gran ofensa para ellos y también”, precisó mientras sobre sus piernas sostenía a su nieto.