ZACATECAS.- El profesor investigador de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Héctor Miranda, consideró que durante el desplazamiento obligado de los habitantes de Salaverna a otro territorio, no sólo se dañaron los derechos humanos, sino también la flora, fauna y su cultura.
El experto dijo que como resultado de su investigación, realizada en el último año, al desalojar a las personas y derrumbar las construcciones y los edificios de Salaverna, en el municipio de Mazapil, es imposible recuperar aspectos culturales que ya no se podrán estudiar para nutrir el acervo histórico de Zacatecas.
“En cuestiones como Salaverna, mandaron a los habitantes a otro territorio. Ahí de plano les dijeron ‘nos estorban’. Tenían un templo que tenía siglos de historia y lo tiraron. Todas estas construcciones, todas las historias, relatos, leyendas que se tenían como pueblo, todo eso se esfuma con base en que les estorbó para el desarrollo económico”, comentó.
El académico, quien cuenta con investigaciones sobre pueblos mineros de México, dijo que en la parte cultural se perdieron importantes aspectos que ahora serán imposibles de estudiar debido a que no se cuenta con ellos.
Se dañó lo ambiental y lo cultural porque “no habrá registros en el caso. No es teoría de la conspiración sino que tiene referentes plausibles, concretos, históricos, por eso se puede decir que no sólo se dañó la parte ambiental, también es lo social y lo cultural”.
“Zacatecas es un punto central para la comunicación, y en relación a eso, ya dentro de la coyuntura actual, en Mazapil, como la mina de oro a cielo abierto más grande del país. Son pueblos diferentes, no es un pueblo dedicado a la agricultura o ganadería, son pueblos en que la minería tiene un papel determinante en la vida cotidiana de todos” detalló.
Ejemplificó que “Mazapil antes era un punto central para las comunidades; de ahí iban saliendo los trabajadores y demás. Ahora es un punto central pero para la mina; la mina agarra, y Mazapil da muchos apoyos, es como tener un aliado para frenar ciertas demandas, pero se ven más afectados por la falta de agua y la contaminación”.
“No hay en sí un progreso económico como tal, es de darle trabajadores (a la mina) y mientras, toda la riqueza en sí, se va a otras partes”, subrayó.
Comentó que estas mineras representan un peligro para toda la población, pues contribuyen al abandono de tierras por infertilidad del suelo.
“Hace falta hacer más proyectos enfocados hacia el cooperativismo, para rescatar lo que sería la economía local, vender sin intermediarios, ya que está muy absorbido por pocas compañías mineras. Sería una cuestión de darle ese debido respeto a lo que es el territorio, porque cuando se acabe la extracción, sólo quedará la laguna que se está haciendo, la cual no es útil”.