ZACATECAS.- En un hecho en el que nada tenía nada que ver, una bala perdida arrebató la vida al joven Froy Iram Ortiz Hernández, mientras trabaja a puerta cerrada en un taller mecánico en Fresnillo.
El joven, de 29 años, era egresado de Ingeniería Mecánica de la Universidad Autónoma de Zacatecas (UAZ), a quien sus amistades describieron como un destacado estudiante y deportista que nunca buscaba problemas.
Su madre, Eva Irma Hernández Barrios, maestra de profesión, con sufrimiento y voz quebrada narró que el 18 de octubre, su muchacho laboraba en lo que más le apasionaba: la mecánica.
Sin embargo, una bala de arma de fuego que iba destinada a un sujeto que huía de criminales, traspasó el portón cerrado del taller y ésta pegó en el corazón del joven Froy Iram.
“Me quitaron a mi hijo: un muchacho bueno, trabajador y que tenía sueños, anhelos y aspiraciones. Él quería un Zacatecas en paz. Me pedía salir a las calles a protestar, pero no le hice caso. Ahora estoy aquí porque no quiero que le pase nada a nadie, que ninguna madre sufra lo que yo”, dijo la madre, el domingo a mediodía, entre sollozos y lágrimas que rodaron por su rostro.
Su hijo, un alumno ejemplar de la UAZ que participaba en actividades extracurriculares con frecuencia, se ganó el respeto y cariño de la comunidad que lo rodeaba. “El Árbol, le nombraban sus amigos, pues la cabellera que portaba desde su juventud era abundante y además su fortaleza hicieron que se ganara el apodo de cariño”.
Hernández Barrios exigió justicia, pero también pidió a los padres de familia despierten y se manifiesten para que el gobierno implemente acciones más contundentes para frenar la ola de inseguridad de la que Zacatecas es objeto.
“Salgan a las calles, no esperen hasta que les pase algo para actuar. Debemos unirnos, súmense y ayuden a esta causa que es de todos”, concluyó con ese mensaje.
El dolor los convocó para salir a la calle
Ahí también estuvieron taxistas de la zona metropolitana, quienes realizaron una caravana en sus unidades como forma de solidaridad con la familia del ex presidente municipal de Guadalupe, Clemente Velázquez Medellín, quien perdió a un hermano y dos sobrinos en una agresión por parte de civiles armados.
Al entrevistarlo, expresó, “no son momentos de generar odio sino de unión para mejorar el clima de seguridad. Debe cambiar la actitud del gobierno, necesitamos transformar el tejido social”.
El político, quien no pudo con el sentimiento de haber perdido a un hermano y dos sobrinos, pidió que se cortara la entrevista, pues advertía lágrimas en sus ojos.
Luego, reanudó con voz entrecortada por la impotencia, “Zacatecas merece paz y que las autoridades hagan algo para devolver la confianza y que la ciudadanía salga a las calles sin temor”.
Niños, mujeres, adultos y hasta bebés en carriola marcharon desde la avenida Universidad hasta Plaza de Armas. A pesar de los calientes rayos del sol soportaron el trayecto mientras lanzaban consignas de justicia y que el gobierno estatal haga algo al respecto.
Asimismo, durante transmisión en vivo se preguntó a una persona que integraba la marcha, qué le solicitaría al gobernador, a lo que contestó: “que vaya y chingue a su madre, eso le pido… yo soy amigo de un inocente que asesinaron y eso le digo, que vaya y chingue a su madre Alejandro Tello”.
El resquemor fue creciendo, pues de ser una marcha pacífica y silenciosa ésta se convirtió en protesta. “Ya dijiste que si no podías te ibas, entonces ya vete gobernador”, gritaron.
Otros tantos repetían, casi completo el eslogan, “si no puedo, me voy… firmaste un contrato con Zacatecas. Tello… ahora yo demando que te vayas”.
Ya avanzados por la avenida Guerrero, casi entrando a Tacuba, los ciudadanos al grito de “Despierta Zacatecas” y “Justicia, justicia”, familiares y amigos de víctimas de la delincuencia alzaron la voz, luego de que la marcha se había dado sin consignas constantes.
La marcha culminó después de llegar a Plaza de Armas, donde un par de oradores pidieron “encarecidamente” que renunciara el mandatario estatal. “Ya se demostró que nada más no puede, sus aparatos de seguridad no dan resultados, entonces creemos que fue suficiente”.
Los manifestantes no se movieron de lugar hasta que consideraron pertinente la retirada.
Trascendió que ningún funcionario de gobierno, o una comisión de la Secretaría General de Gobierno, atendió a los manifestantes ni entablaron diálogo.