En Zacatecas hay 3 mil 450 niños que trabajan de jornaleros agrícolas, informó Rigoberto Jiménez Díaz, docente de la Unidad Académica de Economía de la Universidad Autónoma de Zacatecas (UAZ).
En el cuarto Foro contra el Trabajo Infantil, organizado por el Sistema Estatal para el Desarrollo Integral de la Familia (SEDIF) y la Secretaría de Trabajo y Previsión Social (STPS), el investigador detalló que estos menores no se concentran en una zona en específico, sino que están distribuidos en todo el territorio estatal.
“La pobreza es una variable transversal, lo que significa que si no se trabaja en el marco legal o con políticas públicas de erradicación, entonces el trabajo infantil seguirá creciendo de manera exponencial”, advirtió.
Destacó que, en el caso de los pequeños que laboran en el campo, no se tiene una estrategia focalizada para combatir el problema.
El especialista urgió al gobierno del estado a que implemente programas para incluir a estos niños en el sistema educativo y garantizarles acceso a la salud, principalmente.
Entre marzo y agosto, el número de menores que se dedican a estas actividades aumenta en municipios como Fresnillo, Villa de Cos y Loreto, en las cosechas de tomate, chile y frijol.
De acuerdo con Jiménez Díaz, éste es un problema de niveles macro social y macro económico, que se agrava por las condiciones de marginación que prevalecen en la entidad.
“En Zacatecas tenemos más pobres que hace cinco años, pues tenemos 819 mil pobres en una población total de un millón 600 mil personas”.
El especialista ejemplificó que los hijos de padres jornaleros son orillados a trabajar en los cultivos, “pues pertenecen a familias extensas que necesitan del aporte de todos los integrantes para la subsistencia”.
Por último, resaltó que sobresale la participación de tepehuanos y huicholes, “lo que se traduce en que casi 86 por ciento de los niños jornaleros que no son oriundos de Zacatecas son de etnias indígenas y sus edades van de los 14 a los 18 años”.