El movimiento Por Nuestros Desaparecidos en México y decenas de familiares realizaron, en varios municipios, misas para recordar y pedir por el regreso de quienes fueron víctimas de una desaparición forzada en la entidad.
Estas eucaristías fueron celebradas en Miguel Auza, Nochistlán de Mejía, Río Grande, Luis Moya, Ojocaliente y Guadalupe como parte de la conmemoración del Día Internacional de las Víctimas de Desapariciones Forzadas.
Lo que predominó en estas celebraciones fueron las exigencias a las autoridades federales y estatales para que investiguen y no protejan a los delincuentes, además de la esperanza de ver regresar al ser querido y la tristeza de no tener conocimiento de su paradero.
Mientras tanto, en Fresnillo, el organismo Ciudadanos Unidos por Fresnillo convocan a una marcha “Por La Paz” este sábado en punto de las 17:30 horas, que partirá del Jardín Madero y concluirá en el monumento a la bandera.
En contraste, la secretaria general de gobierno, Fabiola Gilda Torres Rodríguez, reconoció que no existe una fecha ni presupuesto para crear la Comisión de Búsqueda de Personas Desaparecidas.
Exigen justicia
En Río Grande se hizo particular mención de dos mujeres de quienes sus familias tienen varios meses que no saben de su paradero y pidieron se conservara el anonimato de sus nombres por considerar que sus vidas están en riesgo.
El encuentro se realizó en la parroquia de Santa Elena de la Cruz, donde al menos siete familias se reunieron para pedir por sus familiares desaparecidos.
Las familias que padecen la desaparición de sus parientes lamentaron: “Los delincuentes gozan más de los derechos humanos que nosotros, eso no es justo, ellos gozan de total libertad, nuestros hijos estan privados de ella y nuestros corazones también”.
Reprocharon, además, la falta de apoyo de los gobiernos Federal y estatal, pues dudan de que realmente investiguen los casos de las personas que desaparecieron en los últimos años en el municipio.
Ahora, ante el dolor dejan en Dios la esperanza de ver regresar a sus familiares y confían en que pronto tendrán razón alguna de sus desparecidos.
“No hay un minuto del día en que no elevemos nuestro rostro al cielo, y con toda la humildad y devoción pedimos a Dios que nos los devuelva. Esto es un verdadero calvario y tememos dar más información”.
Mencionaron que de las personas desaparecidas hay quienes tienen meses, mientras otros suman años, pese a ello, es la fe y la esperanza lo que los mantiene en pie.
“Seguiremos en pie de lucha, con nuestras oraciones que es lo único que tenemos, lo que nos sobra es desdicha e impotencia por la situación que se vive en todo el país, porque somos muchos los que padecemos de este mismo dolor”, lamentaron.
Demandan investigaciones
En Guadalupe, el Colectivo Familias Unidas en Búsqueda de una Esperanza organizó la homilía para quienes padecen la tristeza de la desaparición de un familiar.
La señora Castro, integrante del colectivo, quien por ocho años se mantuvieron en la búsqueda de su hija Alma Cecilia exigió: “no queremos saber quién se los llevo o dónde estuvieron, sólo queremos que regresen a casa con vida, que algún día Dios nos dé la licencia de verlos”.
Al término de la misa, que se ofició en la Parroquia de Nuestra Señora del Rosario, el colectivo manifestó su reiterada exigencia a las autoridades por trabajar en las investigaciones, y “no dar carpetazo” a los casos.
“No hay respuesta, no hay apoyo, no hay nada. Desafortunadamente se los llevan y no hay rastro de nada, y las autoridades simplemente dan carpetazo, diciendo que no aparecen”, acusaron los integrantes del colectivo.
Expusieron que de los casos de desaparición que tienen conocimiento, ninguno tiene avances, mantienen el mismo estatus que se fijó al levantar la denuncia, por lo que “cada vez es más difícil continuar creyendo en el trabajo de las autoridades”.
Durante la misa, el padre pidió a los dolidos tener siempre fe, pues en ella encontrarán su fortaleza y consuelo. Pidió por quienes aún permanecen desaparecidos y por los que se pudo privar de la vida, el descanso y salvación.