¿Qué es una tesis?
Los docentes que no se titularon con tesis no están capacitados para los “seminarios sobre redacción de tesis” que en algunas unidades académicas se ofrecen como parte de la oferta curricular, ignoran asimismo las reglas básicas sobre la redacción de un artículo; por supuesto, los hay que se titularon con promedio superior a nueve; eso indica que fueron buenos estudiantes, pero dejaron un vacío en su formación. Quienes se titulan a través de un cursillo, en realidad los aprueban porque pagaron; esto es muy frecuente en la Universidad/negocio.
Por supuesto, ser director de tesis implica por lo menos: conocimiento sobre el tema, experiencia en la realización de proyectos de investigación y haber pasado por el arbitraje entre pares, de artículos dictaminados para su publicación. Un investigador, según Bourdieu, no se forja informándose sobre lecturas de cómo hacer investigación, en realidad, un investigador se hace investigando. Esto no quiere decir que dejemos de leer, pero la misma lectura ha de ser problematizada, incluso dudando a cada paso de cada verdad. Los clásicos lograron elaborar nuevas teorías apoyándose en los conocimientos preexistentes, problematizándolos hasta concluir en otra explicación.
La revisión de una tesis se hace deconstruyéndola; es decir, analizándola parte por parte a través del proceso de abstracción; es decir, separando en y a través del pensamiento cada una de sus partes constitutivas; una vez que tenemos una idea de conjunto, avanzamos hacia una aprehensión integral, luego buscamos reconstruir nuevamente el proceso. Generalmente, eso hacemos cotidianamente como autores en una introducción de un libro, un artículo o en un informe de investigación. Entonces, la dirección de tesis es en realidad una problematización reflexiva con el estudiante. Cuando no se comprende su importancia es muy fácil que se minimice el trabajo que hay detrás del tesista y del asesor.
La propuesta de investigación empieza por el manejo de una primera idea que se plantea sobre un tema específico. El director de tesis fomenta la problematización con el estudiante a partir de su expertise buscando encontrar los nexos que implica el problema planteado, lo cual lleva a poner el foco de atención sobre las teorías y los conceptos útiles. En este caso, el uso de la teoría depende del problema planteado.
La metodología se elabora como una doble problematización: por un lado: objeto de investigación y teoría, y, por otro, teoría y objeto de investigación. Entonces, la metodología no es un camino ya existente, sino, como aduce Marx, es el diseño de una estrategia general que va del concreto real al concreto pensado y de éste a aquél. Ése es un proceso que se reelabora de manera permanente a fin de acercarse cada vez más hacia su concreción.
Entonces, aunque existe lo que se llama método científico; en realidad, cada objeto de investigación requiere de una problematización específica en donde el uso de la teoría, en lugar de aplicarse tal cual, conduce, según Zemelman, a la necesidad de elaborar mediaciones que hacen posible apoyarse en la teoría existente y al mismo tiempo reconocer que cada problema requiere de una forma particular en el uso de la teoría. Quienes reducen la investigación a la aplicación directa de la teoría, en realidad se quedan atrapados en la racionalización.
Pero, además, existe una clara diferencia entre el método de las ciencias naturales y el método de las ciencias sociales. Las ciencias sociales definen el problema de investigación como un objeto/sujeto. A diferencia de la experimentación de las ciencias naturales. En las ciencias sociales existen distintos enfoques, a veces complementarios, y/o contrapuestos que hay que saber diferenciar. Por un lado, tenemos los enfoques positivistas que como lo propone Durkheim “tratan los hechos sociales como si fueran cosas”; él mismo señala en Las Reglas del Método Sociológico, que “no son cosas, sino que son tratados como si lo fueran” Se trata entonces de un método que deja de lado las percepciones, emociones, ideas, prenociones, etc. Por otro, existen los enfoques hermenéuticos que ponen el acento en el hecho de que los actores, agentes o sujetos son capaces de elaborar explicaciones muy complejas sobre los hechos sociales; explicaciones que, según Giddens y Schutz dan cuenta de una primera hermenéutica o una interpretación de primer grado, misma que para convertirse en explicación científica ha de ser reelaborada hasta convertirla en una segunda hermenéutica o en una explicación de segundo grado Más allá del dualismo de esa polémica, lo objetivo y lo subjetivo del mundo social en realidad son parte de un mismo proceso.
Otro de los aspectos que han de considerarse en este asunto es que el científico social según Merton trabaja con teorías y conceptos preexistentes. Todo lo reflexiona a través de los conceptos y teorías; entonces el “análisis concreto” en realidad es un análisis mediado por aquellos conceptos teóricos que permiten develar lo real. Trabajar directamente lo concreto, en realidad conduce al empirismo, lo mismo ocurre cuando lo concreto se reflexiona solo desde la teoría sin mediaciones, lo cual lleva al racionalismo.
En medio de toda esa problemática, el director de tesis no sólo lee lo que redacta el estudiante, en realidad también lo reflexiona y ayuda a reelaborarlo. Durante ese proceso se le sugiere al tesista que revise ciertos autores clave y que se apoye en las investigaciones o tesis preexistentes. Si el estudiante desconoce cómo recoger las reflexiones de terceros, sin apropiarse de ello, lo más seguro es que terminará plagiando. Por supuesto, el desconocimiento de estas normas lleva al director de tesis a que ponga atención en la forma en que se redacta.
De lo anterior se desprende la necesidad de reglamentar este proceso y no dar margen a que el plagio de las tesis se convierta en una práctica usurpadora, pero, además, en una ausencia de experiencia necesaria para que el egresado se desenvuelva en la sociedad.