La Caxcana busca rescatar los sabores típicos del estado, al elaborar sus salsas con una variedad de siete chiles secos propios de la región, entre los que resaltan el chiltepín y el chipotle, que recuerdan las tonalidades de esta tierra roja.
Con toques distintivos como el xoconostle o la ciruela, otro de los beneficios de este producto zacatecano es que, por su proceso de fabricación, se le considera orgánico, libre de conservadores y con la garantía de que la materia prima con la que se prepara es 100 por ciento local.
La marca tiene siete distintas presentaciones: mango con chile habanero; ciruela con chile chipotle; xoconostle en rojo (chile de árbol) o en verde (chile serrano); flor de Jamaica; cacahuate; tamarindo y chiltepín, todas calificadas como un acompañamiento gourmet.
Sin embargo, de este abanico de posibilidades destaca la de xoconostle, con la que se hace honor a la gastronomía del semidesierto donde, a falta de jitomate, los pobladores usan la pulpa del fruto de la nopalera en sus salsas.
La Caxcana es una dulcería de productos típicos enfocada en el rescate de lo tradicional, en preservar la elaboración artesanal de las delicias zacatecanas.
Sus salsas se pueden adquirir en el local 15 del mercado González Ortega, en el 605 de la avenida Hidalgo, o en su nueva sucursal en Tacuba, en el Centro Histórico de Zacatecas; los precios van de los 55 a los 100 pesos, en las presentaciones de 250 gramos.