Zacatecas.- Aldo González quien tiene una maestría en Recursos Hidráulicos por la Universidad Autónoma de Zacatecas (UAZ), decidió irse a vivir a Europa motivado por ejercer su profesión y ha vivido un contraste de culturas sin perder el amor por la tierra que lo vio crecer.
Aldo platicó con NTR Medios de Comunicación sobre como decidió ir a Europa, buscar un trabajo relacionado con su profesión y como un zacatecano se ha adaptado a la vida en Holanda.
Fue apenas el año pasado que Aldo decidió emprender una aventura al mundial de Rusia, ir a ver a su novia que también es zacatecana y estudia un doctorado en biotecnología en la Universidad de Groningen en Holanda.
Ambos son los únicos zacatecanos en la ciudad al norte de los Paises Bajos, motivados siempre por el ímpetu de superarse profesionalmente.
Hace un año llegó a Holanda, un país con grandes oportunidades para los ingenieros mecánicos como él, pero por el amor por su familia decidió poner una pausa para regresar a Zacatecas y volver a Europa con una mayor motivación.
Tuvo diversos trabajos mientras conseguía una oportunidad en una empresa, la cual ya tiene asegurada para iniciar a finales de este mes por lo que regresará a Holanda.
Comentó que la primera barrera que se encontró fue el idioma, pues aunque el 90% de los holandeses hablen inglés las empresas piden el holandés, por lo que ingresó a una escuela para tener un tercer idioma.
Uno de los lazos para su adaptación fue el futbol, seguidor del Cruz Azul y jugador amateur en el llano zacatecano, decidió ir a hacer las pruebas para ingresar en un equipo amateur local, donde convive con personas de 18 nacionalidades distintas, él es el único latino.
Explicó que desde cosas como el futbol amateur se dan los contrastes, en la comida es algo muy parecido, pues mientras que la gastronomía mexicana es muy diversa, la holandesa llega a ser hasta insípida.
Dijo que en Holanda se cree que el guacamole y los nachos son platillos sofisticados y se desconce la gran variedad que hay.
Entre él y su novia cocinan comida mexicana como mole, birria, tamales y más que ofrecen a sus amistades y que quedan fascinados con la gama de sabores.
Detalló que no es tan difícil conseguir productos mexicanos, la gran diferencia es que estan empaquetados lo que merma la calidad, “pero sirven para el antojo”.
Un cambio cultural con el que se ha beneficiado es la movilidad urbana Groningen es una ciudad estudiantil y completamente llena de ciclovías, el uso del auto o el transporte es mínimo y se moviliza en bicicleta por lo que ha perdido peso.
Puntualizó que la sociedad holandesa es amable y hay un gran sentido de honestidad, pues cada municipalidad tiene un departamento donde las personas llevan objetos perdidos para que otras las encuentren.
Mencionó que la calidez latina siempre es identificada por otros latinos o mexicanos que de inmediato hacen comunidad.
Cuando se acuerda de su familia la nostalgia siempre surge, más con el clima holandés pues asegura que en su estancia solo 15 días se ha visto el sol.
Será el próximo 17 de abril que Aldo se integre a una empresa internacional que tiene sede en Holanda, dijo que aún no tiene planes para regresar a Zacatecas, seguirá en Groningen con su pareja, siempre pretendiendo ser zacatecanos exitosos.