Este martes, el papa Francisco anunció cambios radicales en la forma en que la Iglesia católica trata los casos de abusos sexuales a menores, invalidando la regla del ‘secreto pontificio’, que anteriormente ayudaba a encubrirlos.
A través de dos documentos emitidos por el Papa, es como se formalizan las nuevas prácticas vigentes en algunos países, sobre todo en Estados Unidos.
Esto incluye la denuncia de sospechas de abuso sexual a las autoridades civiles cuando así lo exige la ley.
Los documentos, que introducen las prácticas en la ley eclesiástica universal, también prohíben imponer una obligación de silencio a quienes denuncian abuso sexual o alegan haber sido víctimas.
Es una decisión histórica», dijo el arzobispo Charles Scicluna de Malta, el investigador más experimentado del Vaticano sobre abusos sexuales, a la emisora de la Santa Sede.
El levantamiento del ‘secreto pontificio’ en las investigaciones de abusos sexuales era una exigencia clave realizada por líderes eclesiásticos como Scicluna y el cardenal alemán Reinhard Marx en una cumbre sobre abusos sexuales celebrada en el Vaticano en febrero.
Según dijeron, el secreto en casos de abuso sexual a menores está anticuado y algunos funcionarios eclesiásticos se esconden detrás de él en vez de cooperar con las autoridades.
Tras la cumbre, Francisco divulgó en mayo un Motu Proprio, una ley que por primera vez imponía a sacerdotes, religiosos y religiosas la obligación de denunciar no sólo los casos de abuso sexual, sino también el acoso y el encubrimiento.
Uno de los documentos también eleva a 18 años o menos, (desde los 14 años o menos), la edad en que las fotografías de personas pueden ser consideradas pornografía infantil «con propósitos de gratificación sexual, sin importar el medio o la tecnología que se use».