LORETO. El médico, Héctor Manuel Cortés Guzmán, quien asumió la dirección del Hospital Regional de Loreto hace poco más de una semana, advirtió que pese a que el área original del nosocomio fue dotado de tres camas más para tener mayor recepción de pacientes contagiados de COVID-19, el espacio ya está rebasado.
“El personal está cansado y eso nos pone en una situación muy compleja. Los médicos en activo están cansados, en Enfermería, igual, están agotados mientras los casos crecen cada vez más”.
Además, reconoció que algunos están contagiados y, por consiguiente, aislados, lo que complica más la situación por el poco personal disponible y, en caso de Loreto, es el único nosocomio disponible a muchos kilómetros a la redonda.
El médico afirmó que el municipio está en una situación difícil, pues, al rechazar pacientes de los hospitales de la capital, “nos causa un conflicto”, debido a que la Unidad de Especialidades Médicas (Uneme)-COVID también está lleno.
“No hay camas ni ventiladores y el hospital se atiborra cada vez más de pacientes; ya nos pasó que nos regresan a los pacientes en el IMSS o del ISSSTE.
Cortés Guzmán dio su testimonio durante la primera sesión itinerante del Consejo de Salud que se llevó a las comunidades, en San Marcos, con el objetivo de crear conciencia entre todos los sectores de la población. Recordó que él ya resultó contagiado dos veces de coronavirus, y una de ellas estuvo hospitalizado.
Ante el panorama, insistió en que es primordial que los ciudadanos asuman la parte que les corresponde: “les pido por favor a todos, la responsabilidad de la gente es muy importante; la responsabilidad es de la sociedad”.
Asimismo, reconoció que el comercio es importante, pues no cree necesario que toda la familia vaya al tianguis y que, además, no porten el cubrebocas.
“Eviten que se llene el hospital de pacientes respiratorios y con ello provoquen que se les niegue atención médica distinta a otros enfermos como una cirugía, no permitan llegar a esto, la gente se debe cuidar, promover el distanciamiento”.
Otro problema al que se enfrentan, explicó Cortés, es que la mayoría de los pacientes acuden a los hospitales cuando ya tienen problemas respiratorios.
“Entonces los familiares se enojan, se ponen agresivos cuando ya no se puede hacer nada, cuando les decimos que los tenemos que intubar; llegan los pacientes en malas condiciones, la culpa no es de nosotros”.
Pidió, por tanto, a los pacientes de COVID que no dejen pasar los días, que si tienen dolor de pecho o ya les falta la respiración no se esperen: “la enfermedad puede ser reversible y se les puede ayudar sin tener que llegar a la intubación”.
Recomendó, incluso, que, como parte de sus cuidados, se compren un oxímetro para revisar su capacidad respiratoria: “no lo duden, tienen que ir al hospital para checarse, de otra manera, que les falte la respiración es un mal síntoma, es poco probable que a ese paciente no se le intube”.
De seguir las recomendaciones desde un inicio, expresó que se pueden evitar muchas muertes, pues si un paciente se intuba, aunque no es probable 100 por ciento que muera, sí tiene poca probabilidad de que se pueda hacer algo por él para salvarlo: “no lleguemos a eso, sino que cuando requieran medicamentos especializados les será muy provechoso acudir al hospital”.
Pese a que recientemente se instalaron tres camas, el director informó que planean, para esta región, una ampliación más para los pacientes respiratorios. Actualmente son siete los hospitalizados en Loreto, de los que seis están estables y uno grave.
Por otra parte, dijo que es necesario hacer una revisión de los casos que surgen en San Marcos y la región, para ver en qué contexto se contagian, principalmente los adultos mayores. Recordó que en esta zona del municipio ya suman 22 fallecimientos.