JUCHIPILA. Desde temprana hora de este miércoles, el pueblo celebró la Fiesta del Xúchitl o la Fiesta de las Flores, reconocida desde 2015 como Patrimonio Cultural Inmaterial del Estado y Municipio, con el colorido que caracteriza la festividad que data del año 1200.
La Fiesta de las Flores representa el amor, la amistad, alegría, música, poesía, pero en especial, representa la fertilidad, la siembra y la cosecha, que tiene que ver con el comienzo también con el solsticio de verano.
La fiesta que ya celebraban los caxcanes a su llegada a estas tierras, honraban primero al dios Tláloc en agradecimiento por las lluvias y en segundo término, agradecían por la floresta que caracteriza a esta región, es decir, por vestir los escenarios de extraordinaria belleza.
El profesor Alfonso Diosdado Reyes, quien desde hace 20 años es el mayordomo de la Hermandad del Xúchitl, explicó por qué esta fiesta es Patrimonio Inmaterial y su gran significado que tiene que ver con la fertilidad, el cambio de los niños a la pubertad y la transición de una etapa a otra.
El profesor Diosdado expresó que esta fiesta no está registrada en la historia, pero los juchipilenses se han encargado de trasmitirla de generación en generación y sigue vigente, por ello sigue viva hasta ahora.
El principal atractivo de la fiesta es sin duda la Danza del Xúchitl, que en la época prehispánica se ofrecía en honor a Xochipilli, dios de las flores.
De acuerdo con la tradición, la danza se realiza entre doncellas y mancebos que bailan frente a la imagen de Xochipilli, quienes comienzan la búsqueda de una pareja, para lo que los participantes llevan un pañuelo que hacen girar de forma de espiral hacia el cielo pidiendo a Xochipilli energías nuevas y que los cambios de una edad a otra, sean fructíferas.
No puede faltar la música, que habla sobre la danza y cuya letra fue compuesta en el año 1950 por el profesor Filemón Cedeño. Los elementos de la fiesta son el incienso, las flores, música, pólvora, pan, cera y la representación del maíz y la calabaza.
El mayordomo de la Hermandad expresó que la comida representa la despedida y el agradecimiento a todo el pueblo, que es el máximo participante de la fiesta, porque las cosas salieron muy bien.
La hermandad está constituida por un consejo de ancianos, el hermano mayor que era don Moctezuma Meza, quien recibió un reconocimiento postmortem, debido a que falleció hace dos años, cuando las actividades se suspendieron por la pandemia y por quien este año se hicieron en su honor, además de otorgar el reconocimiento a la familia.
Al término de la comida, se da el tradicional grito en el que se anuncia de una vez, la organización de la fiesta del año venidero y cada persona que desee participar es libre de hacerlo, aportando de manera voluntaria lo que a su consideración desee, como pasteles, las flores, cera o incienso.
En un mensaje emotivo, la presidenta Rocío Moreno resaltó lo que representa esta fiesta en Juchipila, pidió agendar esta fiesta para que propios y extraños la conozcan, que permanezca vigente y se propague hacia distintos municipios, “para que esto nunca termine” y las nuevas generaciones, al conocerla, la continúen, con la carga de emociones y energías nuevas que representa.