TLALTENANGO. Gran huella dejó en su presentación ante la afición de Tlaltenango el rejoneador Diego Ventura que convocó a la afición que registró un gran lleno en la plaza de toros Julián Llaguno.
Un triunfo arrollador con el corte de tres orejas y una salida a hombros que ya forman parte de la historia de este bello municipio. Por su parte, el rejoneador Jorge Hernández Gárate dejó sensaciones importantes, pero el triunfo se escapó por las fallas con el Rejón de Muerte.
Una oreja, valiosa y de peso, cortó el rejoneador José Ignacio Corral. Grandes actuaciones plasmaron también los Forcados Amadores Mexicanos.
Júpiter, de 515 kilos, el abreplaza para el rejoneador Jorge Hernández Gárate que colocó un rejón de castigo. Lucimiento con las banderillas, toreando en las cercanías, con poder y verdad.
Gran momento consiguió cuando clavó una banderilla al violín y, cerrando de manera espectacular, con las banderillas cortas. Falló con el rejón de muerte y saludó en el tercio.
Su primero, un toro con movilidad del hierro de Marrón, que recibió montando a Joselito, colocando dos rejones de castigo, aprovechando la transmisión del toro para rodarse con torería y mando.
Cantinflas le acompañó en el inicio de las banderillas, poderoso para citar de frente y dejar la primera banderilla ante la gran entrega de la afición.
Qué pasión se vivió con Bronce, torero y valiente como el jinete que puso de cabeza la plaza de toros. En un palmo de terreno una banderilla y después Bronce, sin la cabezada, le permitió clavar una banderilla donde el público de pie le ovacionó.
Fado y los trazos finales de una faena plagada de sentimiento y emoción, donde dejó banderillas cortas. Mató de gran manera y se le concedieron dos orejas.
Vulcano, de 518 kilos, tercero de la tarde para José Ignacio Corral, que estuvo variado, con una labor en la que buscó el lucimiento en todo momento, teniendo, además, como colaborador al toro de Marrón que le correspondió.
Saturno, de 465 kilos, segundo del lote de Jorge Hernández Gárate, que dejó un rejón de castigo de salida, rodándose con mando ante el toro de Marrón. Toreó de costado, con temple, dejando el lucimiento con las banderillas.
Madurez y evolución en un toreo asentado que disfruta el caballista potosino, haciendo las cosas con el tiempo que pedía el toro que fue a menos. Banderilla al violín y banderillas cortas han sido un cierre importante de faena que desafortunadamente no se coronó con el Rejón de Muerte, siendo aplaudido.
Baco, de 472 kilos, el segundo de Diego Ventura, luciendo desde salida con Néctar, uno de sus nuevos caballos. Inició con las banderillas montando a Velásquez, donde de nueva cuenta puso la calidad y temple. Lo ha toreado por dentro, en una escena cautivante.
Hoy Tlaltenango se rindió ante su toreo, ante la apuesta de un gladiador que resulta vencedor en cada batalla. Gitano y una banderilla al violín que detuvo el tiempo, para dar paso a una pirueta deletreada. Éxtasis total en la tercera banderilla, donde caballo y jinete se fundieron en una escena poderosa.
Todo fue a más, la entrega y buen toreo de Ventura y la afición que se desbordó en el debut del jinete en estas tierras. Banderillas cortas, a dos manos, al violín, coronaron la gran historia de Ventura y Tlaltenango. No acertó al primer intento y todo quedó en una oreja.
Cerró plaza el rejoneador José Ignacio Corral que dejó una esforzada actuación, con variedad. Destacó en pasajes poderosos, de frente con las banderillas, con emoción y conectando con el tendido. Banderillas cortas al final de su actuación.
FOTOS: MANOLO BRIONES