Bruno Gael es un joven de 26 años que hace poco intentó tramitar su pasaporte, como cualquier otro mexicano con derechos, acudió a las oficinas de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) a realizar el trámite, sin embargo, se obstaculizó por un tema de “transfobia disfrazada de burocracia”.
Éste es uno de los casos de denuncias que actualmente sigue la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Zacatecas (CDHEZ) por discriminación contra la comunidad Lésbico, Gay Bisexual, Travesti, Transgénero, Transexual, Intersexual, Queer (LGBT+).
Bruno Gael define como “un calvario” el trámite de su pasaporte, ya que se lo retuvieron con el argumento de tener dos identidades, sin embargo, su cambio de género ya estaba totalmente realizado.
La primera cita fue en la delegación de Relaciones Exteriores de Iztacalco en Ciudad de México, donde, por error del Registro Civil, no se hizo la reserva de acta primigenia a pesar del acuerdo al que se llegó con la comunidad trans.
La reserva de acta primigenia se requiere a fin de no permitir que se expongan sus documentos de su identidad anterior, con ello se impide también que una persona tenga dos identidades. Sin embargo, al no realizarse, expusieron a Bruno, además de que tacharon sus documentos incluidos los recibos de pago.
La urgencia de contar con el pasaporte era más alta, ya que tenía una fecha límite para presentarlo, o de lo contrario perdería la oportunidad de ir a trabajar a Canadá.
Luego intentó realizarlo en la oficina de enlace de la SRE en Jerez, sin embargo, la falta de capacitación del personal, nuevamente dejó expuesto a Bruno Gael, ya que a pesar de que ahora ya todos sus documentos estaban en regla no le expidieron su pasaporte a tiempo y perdió la oportunidad de trabajar en el extranjero, además de que gastó mucho dinero en todas las vueltas.
Además, le exigían la sentencia del juez del amparo que se haya interpuesto para tener su cambio de identidad de género, sin embargo, el trámite de Gael no era por amparo sino administrativo, es decir, una corrección de datos.
“La gente no sabía ni qué, expusieron mi nombre anterior, según ellos no sabían si decirme ella o él, me expresaron que no sabían el proceso, a pesar de que la organización Transformando Vidas, a la cual pertenezco, gestionó capacitaciones”, sentenció.
Uno de muchos
El caso de Bruno es uno de muchos que actualmente se presentan en dependencias de gobierno federales y estatales, afirmó Fernanda Delgado de la Rosa, presidenta de la Asociación Transformando Vidas.
Informó que actualmente, dentro del colectivo LGBT+, la comunidad trans es la que más padece discriminación en la realización de trámites en dependencias y puestos de trabajo.
“Hay servidores públicos que disfrazan la transfobia con la burocracia, dicen que para la comunidad trans los trámites son distintos y los hacen pesados, tediosos”.
Citó el caso del Registro Civil de Zacatecas, específicamente del jurídico, Guillermo Ulloa, de quien dijo: “cada vez se inventa un trámite diferente o no está o nos pide cita para atender las reservas de acta primigenia de personas trans cuando hacemos el trámite de identidad de género”.
“La transfobia ya no es tanto con agresiones físicas ni con crímenes de odio, pero sí está maquillando mucho la violencia hacia las personas trans de esta manera. La LGBT-fobia empieza en la ignorancia”, sentenció.
Otro caso que llegó a la asociación que lidera Fernanda Delgado es el de Arantxa, una joven trans que labora en una maquila de Fresnillo, quien casi pierde su trabajo.
Arantxa trabajaba en una maquila cuando hizo pública su intención de realizar su transición por lo que consultó que si la empresa contaba con las herramientas para homologar sus datos ante su cambio de género.
“Empezaron a poner trabas en la empresa, a alargar el periodo de la modificación (de datos), según porque tenían que hacer muchas consultas. Fue muy tedioso porque no lo realizaban, lo dejaron en el olvido, tuve que insistir para que le dieran agilidad”.
Cuando finalmente hicieron el trámite le comentaron que hacía falta corregir el número de seguridad social.
Al intentar hacer valer sus derechos, ya con su nueva identidad, le dijeron “en la ley federal del trabajo no está permitido que una persona trans entre a los baños de mujeres”, a lo que Atrantxa pidió que le mostraran en qué parte de la Ley se menciona eso y “me dijeron que no me lo podían mostrar porque los tenían guardados”.
Luego le argumentaron que no podría entrar al baño de mujeres hasta que realizara su cambio de manera legal, por lo que ella respondió con su acta de nacimiento en la que se constata que legalmente es una mujer.
No obstante, en la empresa le dijeron que debido a las quejas no podría entrar, por lo que solicitó a sus compañeros de trabajo que presentaran sus quejas de manera formal.
“Resulta que tales quejas nunca existieron, simplemente la empresa no quería adaptarse a la ley, me acusaron de imponer una agenda trans, pero no, yo estoy haciendo valer la ley para que la empresa responda a las necesidades de sus empleados”
A Arantxa le tocó ser la primera en alzar la voz por sus derechos llevándolo hasta las últimas consecuencias para ganarse el lugar que por ley le corresponde, “hasta que yo recurrí a una opción (jurídica) más alta, ellos quisieron hacer el trámite como era”.
A raíz de sus acciones, muchas más personas alzaron la voz “a mí me tocó estar batallando, pero bueno, las generaciones futuras ya no van a sufrirlo”.
Contra la transfobia
Cada 17 de mayo se celebra el Día Internacional contra la Homofobia, Transfobia y la Bifobia en conmemoración al día en que se eliminó a la homosexualidad de la clasificación internacional de enfermedades mentales por la Organización Mundial de la Salud (OMS).