Representantes de asociaciones civiles, académicos y autoridades estatales presentaron el libro Prevención de la violencia y la cultura de la paz, que a través del trabajo de 70 investigadores otorga una radiografía que permite analizar tanto los orígenes y las estrategias para su impulso entre la sociedad.
Fue Laura Elena Cárdenas Vargas, directora de Zacatecas Ciudad Modelo, de la Fundación AB InBEV, la primera en recordar que dicho libro, coordinado por Jaira Lizeth Barragán y Juan Antonio Tarango Flores, nació hace dos años y medio cuando la fundación que representa participó junto con la Universidad Autónoma de Zacatecas (UAZ) y gobierno del estado en un congreso “que fue la fuente de estas ideas”.
Destacó que cada uno de los temas que integran este libro, como son los tipos de violencia, el consumo de sustancias y el aprendizaje en la niñez, entre otros, se abordan de una manera precisa y con evidencia científica, lo que representó un reto importante para los psicólogos y especialistas que aportaron su trabajo para su publicación.
Por su parte, Laura Elvira Bermúdez Valdés, titular de la Secretaría de Desarrollo Urbano, Vivienda y Ordenamiento Territorial (Seduvot), consideró el libro como un instrumento zacatecano para la promoción de la cultura de paz en otros puntos.
La funcionaria habló sobre el capítulo acerca de la percepción de la inseguridad criminal, en la cual Zacatecas y Fresnillo han tomado una importante relevancia nacional en los últimos estudios.
“Hemos escuchado hablar en los medios de comunicación que es un tema que le atañe particularmente al estado de Zacatecas en todas sus fronteras, de norte a sur y de este a oeste de todo el territorio zacatecano; sin embargo, no es una particularidad, sino también de otros estados y del mundo entero”, acotó.
Tras la participación de Adolfo Marín Marín, secretario de Seguridad Pública de Zacatecas, que ofreció un diagnóstico sobre el trabajo que hace la dependencia que encabeza en la promoción de la cultura de la paz, fue el turno de Hans Hiram Pacheco García, secretario académico de la UAZ, quien consideró el libro como un texto crucial debido a las temáticas que maneja.