CARLOS LEÓN Y OMAR LIRA/NTRZACATECAS.COM
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FRESNILLO. Alrededor de 70 familias de seis localidades decidieron no regresar a sus lugares de origen por el miedo que han vivido hace más de un año, cuando un grupo delincuencial género pánico, temor y amenazó a los habitantes de la zona, lo que provocó que la región se convirtiera en un poblado fantasma.

A pesar de que mejoraron las condiciones de seguridad en la región debido a los recorridos de los elementos del Ejército Mexicano y de la Guardia Nacional (GN), en las comunidades Santa Rosa, El Colorado de Santa Rosa, Noria de Santa Rosa, Las Noritas y El Refugio de Santa Rosa persiste el miedo.

Lo anterior, ya que grupos armados amenazaron a los pobladores, lo que orilló a que varias familias migraran a la zona urbana de Fresnillo y quienes tuvieron mejores posibilidades se fueron a Estados Unidos.

Las condiciones laborales que se viven actualmente en esas localidades tampoco son buenas, ya que dependen de un 80 por ciento del campo, pero debido a la sequía no se sembró en esa región y varias familias consideran migrar a la mancha urbana para trabajar en las fábricas.

 

“ESCONDÍ A MI HIJO”

Martha Román, habitante de El Refugio de Santa Rosa, estimó que en la comunidad viven 70 familias y ocho ya no volvieron por la inseguridad. “Los peores momentos se vivieron entre agosto y noviembre de 2021, temí mucho por mi familia, por mis hijos, pero gracias a dios me los respetaron, todo mundo estaba igual, varias veces me hinqué de rodillas para pedirle a dios misericordia para que no nos molestaran.

“Si nos paraban por ahí en un lado nos preguntaban qué hacíamos y a dónde íbamos. En una ocasión unas muchachas buscaron a un hijo soltero, lo hicieron varios días y como no quiso ir con ellas cuando venían a preguntar por él corríamos a escondernos directo a los corrales, para que no se lo llevaran.

“Mi hijo tenía una troca, le dije que le colocara la llave para que se la llevaran, pero no venían por la camioneta”, explicó Martha Román.

Enfatizó que a partir del Miércoles de Ceniza de 2022 a la fecha se normalizaron las cosas, “luego del día que se agarraron a balazos con el Ejército cuando nos encerramos todos en el pueblo y no salimos, todo el rancho se encerró, no sabemos qué pasó, pero de ahí en adelante ya no nos molestaron”.

En otro tema, reconoció que no habrá cosechas por la sequía, pues “el frijol se perdió en las tierras, se secó, no habrá condiciones el otro año para el campo, no sabemos qué vamos a hacer”.

 

SIN NIÑOS SIN ESCUELA

Edilene Félix, habitante de El Colorado de Santa Rosa estimó que seis de las 15 familias que habitaban la localidad se fueron a Jerez de García Salinas debido a la inseguridad. 

Señaló que, debido a la presencia de grupos armados y la migración que provocó, “la primaria de la comunidad dejó de funcionar hace un año y se encuentra abandonada. Solo quedó una pelota al fondo del plantel, como recuerdo de que alguna vez hubo estudiantes en esa institución” . 

Explicó que debido al cierre de la escuela varias familias se mudaron a Santa Rosa o hasta la cabecera municipal de Fresnillo, ya que se complicó el panorama para los niños que estudiaban en la Primaria Rural Federal Emiliano Zapata.

Reconoció que las condiciones de El Colorado de Santa Rosa son precarias ya que no tienen agua potable y tienen que acarrearla desde la comunidad Noria de Sarabía. Además, tampoco tienen tienda de abarrotes, por ello tienen que recorrer largas distancias para conseguir lo indispensable.

La misma situación viven en Las Noritas, donde la mitad de las 70 familias se fueron por la presencia de los delincuentes, lo que provocó que las instituciones educativas cerraran sus puertas y “lo peor vino cuando la falta de lluvias secó toda la siembra”, relató Crescencio Robles, habitante de la comunidad.

 

SOLO DE VACACIONES

En Noria de Santa Rosa hay alrededor de 50 viviendas, pero solo habitan seis familias, pues los demás solo vienen a vacacionar, relató Rigoberto Hernández, habitante de la localidad

Explicó a NTR Medios de Comunicación que en esa zona hay varios inmuebles, pero los propietarios viven en la cabecera municipal o en Estados Unidos, “solo vienen algunos días o semanas, luego se retiran, todo a causa de los problemas registrados en la región, por ello ya es una comunidad fantasma”.

 

REGRESÓ LA MITAD

Mayela Hernández, habitante de Santa Rosa, reconoció que en esa localidad se fueron siete familias hace un año a causa de los choques entre criminales y recientemente solo retornó la mitad. “Los que no regresaron fue por la incertidumbre que se vivió durante los meses que los delincuentes asolaron la región”.

Expuso que la situación empeoró cuando las cien familias que dependen del sector agrícola y de las siembras perdieron varias parcelas de maíz y frijol debido a la sequía.

Señaló que “esto traerá problemas a corto y mediano plazo, ya que decenas de productores no tendrán condiciones económicas para sembrar el próximo año y aunque tengan un poco de dinero para comprar semilla la presa está seca”.

Indicó que los niveles de la presa de Santa Rosa son insuficientes y no se podrá regar las siembras de primavera verano, ya que el caudal se encuentra a menos de un 20 por ciento de capacidad.

 


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