LOS VOLTEAN A VER
Se equivocan quienes afirman que “ayudar a Zacatecas” es cerrar ojos frente a la violencia que azota a nuestro estado día con día. Por eso, llamó la atención de serpientes propias y extrañas el primer mensaje público del general Medina Mayoral, nuevo secretario de Seguridad Pública. ¿Tan difícil era preferir puentes a lanzar ataques, asumir que repartir culpas? Ya veremos si no.
Pero, sobre todo, no pasó desapercibido que el mando recién llegado rompió la mala tendencia de criminalizar o, de plano, amagar a los uniformados estatales y municipales, como si los 65 policías asesinados en poco más de un año no fueran suficiente en contra de las corporaciones.
La encomienda no es fácil, reconoció el titular de la SSP, mientras se repetía el hallazgo de cuerpos en Monte Escobedo y Villa Hidalgo y, en las sillas junto al presídium, alcaldes se alertaban: “va gente armada a tu municipio”.
EXPERTOS EN CAOS
¿La especialidad en empeorar el congestionamiento vehicular durante las manifestaciones será un requisito indispensable para integrarse a la Dirección de Seguridad Vial, encabezada por Oswaldo Caldera? ¿O de plano es un gusto adquirido de los antes támaros, hoy bloqueadores oficiales de la nueva gobernanza?
Como si no tuviéramos suficiente con la evidente falta del “piensa rápido” en la Secretaría General de Gobierno, empezando por la titular Gabriela Pinedo, los agentes de vialidad insisten en imprimirle su sello a las protestas en Zacatecas con “desvíos disuasivos”, que lo único que disuaden es la paciencia de los conductores.
Y si para entonces no se convence de abandonar la cordura al volante, no se preocupe, que no faltará el oficial que se burle de su desgracia y, enfrente de usted, deje pasar a sus “cuates y cuotas”, para después sugerirle que, si no es lo uno ni trae lo otro, “hágale como quiera”.
A CONVENIENCIA
Ni las víboras más venenosas se hubieran imaginado al PRI de Zacatecas reconvertido en defensor, a capa y espada, del mismísimo José Narro Céspedes, senador de Morena. No son pocos los que se preguntan si los tricolores estaban mejor donde se quedaron allá por 2018: seis pies boca abajo, pues el problema es que su copetudo presidente estatal, Carlos Peña, opina tan bien como pierde elecciones.
En la más reciente entrega de los comunicados priístas, Peña Badillo reclamó por atención a la organización de Agricultores de Áreas Agrícolas y Pecuarias de Zacatecas, que sin ayuda de los tricolores logró su cometido. Lo curioso, opinan en las lenguas partidistas, es que la dirigencia del Revolucionario Institucional no hiciera lo mismo por sus antes fieles de Antorcha Campesina, pues a los liderados por Osvaldo Ávila los dejaron chiflando en la loma. Ya le decimos: en todos las alianzas se cuecen habas.