AGUASCALIENTES.- Este sábado Arturo Macías que llegó con la fuerte ilusión a cuestas de triunfar y secundar lo hecho en su comparecencia pasada. Pues así, con ese ánimo partió plaza, sonriente, llevando en la mente la faena con la que siempre se sueña. Nadie imaginaria el toro que le tocó costear, complicado, peligroso, y con el que pagó un tributo de sangre.
Ninguna tarde es predecible en la tauromaquia, siempre existirán augurios de lo que puede llegar, las horas previas están marcadas cuando hablamos de lo que esperamos de la ganadería y de la tarde, incluso de cuál torero creemos que saldrá a hombros, pero al final, todo puede suceder. El torero es una historia no escrita que termina cambiando el lado de la moneda.
Macías estuvo como un auténtico guerrero, el toro le avisó en varias ocasiones, ya se había llevado una voltereta, pero el ánimo continuó, una verdad y raza torero que no caben en el pecho, ponerse una y otra vez a costa de todo.
Inmensa ovación
El sitio que hoy día tiene Macías se refrenda en el ruedo con ese pundonor, con el deseo inmenso de no ganarse la pelea, de honrar su profesión, de la entrega sin medida.
Por su parte, Leo Valadez llegaba a la Monumental Aguascalientes tras semanas muy duras en donde puso el mayor de los esfuerzos en la rehabilitación de su mano derecha.
Fueron tiempos difíciles, pero valió la pena, se encontró con su primero, un toro con el que no sólo porfío con valor y poder, sino que también corrió la mano a placer, toreó con clase, con torería y mucho mando, y al final de cuentas redituó en el corte de una oreja.
Leo pudo haber salido a hombros este sábado, pero la espada no fue su aliada. La inmensa ovación con la que se retiró de la plaza, paga todo. A partir de ahora, los sueños viajarán a Madrid.
Por su parte, Alejandro Talavante, que tuvo un lote muy complicado, tampoco dejó nada en el tintero, y por ello apostó por regalar un toro, este procedente del hierro de San Isidro, aquí, llegaron buenos momentos, pinceladas de la clase que posee, toreando con ritmo, mando, pulsando los muletazos y al final de cuentas consiguiendo cortar una valiosa oreja.
Macías, en guerra
Cayito de 546 kilos, de Campo Real, para Arturo Macías que saludó de rodillas, dejando después lances a la verónica, gustándose en el quite por chicuelinas. Un toro que le costaba trabajo desplazarse, y al que poco a poco ha logrado llevar, firmando una serie con mando.
Un derrote seco con tintes de dramatismo en una voltereta de la que se pensaba otro final. Con el traje de luces hecho jirones regresó con un alarde de valor, el toro se le quedaba con ese peligro y lo ha vuelto a prender.
Un toro muy complicado, que derrotaba y no perdonaba nada. La entrega de un torero plagado de verdad se mantuvo en el ruedo. Otro derrote seco en la axila derecha le ha causado daño, llevándose al parecer la cornada. Se fue a la enfermería, sin poder continuar la lidia. Pasaportó el toro Alejandro Talavante.
Leo, la convicción
Cincuentón, de 482 kilos, para un convencido Leo Valadez que ha lucido con gran emoción en el quite, apostando por cubrir el Segundo Tercio. La faena en los inicios por el pitón derecho, de menos a más y con suavidad y poder, rematando una buena serie.
El toro tuvo la justa fuerza, pero Leo lo ha buscado, siempre firme y con esa convicción. Cerca, muy cerca, estuvo Leo, que ligó una serie más, poderoso, cosechando al final, palmas.
Amore, de 531 kilos, para Leo Valadez, que buscó el lucimiento con caleserinas. El brindis simbólico a Arturo Macías, y de rodillas esperó al de Campo Real, toreando y haciendo vibrar, para cautivar con una arrucina. Muy templada la serie ligada por derecho, con suavidad, y mando.
El toreo en redondo pulsado y pausado, deletreando la suavidad, el sentimiento a flor de piel plagado del toreo de verdad de un Leo que se asume con la entrega, a pies juntos, desmayando el brazo, andando muy despacio, rotundo, evocando el toreo clásico, y también por izquierdo apuntando la naturalidad en una serie rubricada con el pase de la firma.
Deletreadas dosanrtinas que consiguieron que la plaza explotara de pasión. Ajustándose en la interpretación de las manoletinas, certero con la espada consiguió el corte de una oreja.
Las pinceladas de Talavante
El segundo, Abu Manolo de 476 kilos, de Campo Real, para Alejandro Talavante, que dejó la tersura en el capote, y con la muleta dejó pinceladas de calidad con un toro que fue muy pronto a menos.
Con el de regalo, Cholín de 598 kilos, de San Isidro, el torero extremeño Alejandro Talavante inició con muletazos por alto, el toro perdió las manos y Talavante no se desesperó dando su tiempo al toro a compás comenzó a gustarse el torero extremeño con el que puso el reposo muletazo cambiado por la espalda el toro se comenzó a quedar muy corto en la cercanía de tablas, entregó todo, porfiando y demostrando la técnica, el mando, y poder, certero con la espada consiguió el corte de una oreja.
Ficha
Noveno festejo del Serial Taurino de la Feria Nacional de San Marcos 2023.
Monumental Aguascalientes, más de tres cuartos de entrada en tarde agradable.
Se lidiaron toros de Campo Real de poco juego en su conjunto, y un toro de regalo de San Isidro.
Arturo Macías, herido en el abre plaza.
Alejandro Talavante, palmas, división de opiniones y oreja.
Leo Valadez, palmas, oreja y salida al tercio.
Parte Médico Preliminar de Arturo Macías:
Lesión tórax derecho debajo de la axila de aproximadamente 10 centímetros de longitud en la piel con una penetración de dos trayectorias una hacia arriba disecando el músculo pectoral aparentemente sin lesión penetrante de tórax sin lesión vascular. Es trasladado al Hospital MAC.