MADRID. Una tarde de gran expectación la de este viernes en Las Ventas de Madrid durante el marco del decimoquinto festejo de abono de la Feria de San Isidro.
Tarde marcada por un fuerte aguacero los minutos previos a que se partiera plaza, y a lo largo del festejo con chubascos intermitentes. Sin embargo, el clima de Madrid no fue impedimento para que se registrara otro lleno, colgándose nuevamente el cartel de “No hay billetes”.
La fría tarde en Madrid también fue marcada por un encierro con poco que ofrecer por parte de los hierros de Núñez del Cuvillo, Toros de Cortés y Victoriano del Río.
Sobresalió en esta lucha el toreo de Miguel Ángel Perera, que tuvo temple y rotundidad con el cuarto del festejo y segundo de su lote. Además dejó la profundidad con un manso, pero con clase de Victoriano del Río, una apuesta en tablas donde terminó su faena que malogró con la espada.
Buenos momentos también dejó Alejandro Talavante con el quinto: el toreo al natural con el empaque que le caracteriza. Pero una vez más la espada falló. Ginés Marín tampoco se dejó nada, pero tuvo el peor lote de un festejo, con lo cual se fue entre silencios.
Miguel Ángel Perera, abridor
Abrió plaza Miguel Ángel Perera con el toro Espantoso de 591 kilos, de Núñez del Cuvillo, al que saludó de buena manera con el capote por verónicas. Un toro protestado que perdió las manos con los caballos.
Un buen quite de Perera en medio del fuerte aguacero. Muletazos por alto en el comienzo de faena de Perera, el toro con la cabeza muy suelta en los primeros compases. El torero estuvo en el sitio, buscando, y consiguió entonces el lucimiento y mando.
Dos series muy ligadas y ajustadas que llegaron al frío tendido. Por el izquierdo, el toro fue pero con menos transmisión. Aguantó el vendaval Perera, quien dejó muletazos por el izquierdo, aislados, estando muy por encima del toro. Silencio.
Con el cuarto, Curioso de 593 kilos, de Victoriano del Río, para Miguel Ángel Perera que brindó a la afición de Madrid. Un toro distraído que buscaba la huida, y al que buscó someterle.
Lo hizo muy cerca de tablas, pero el manso ha querido colaborar poco. Perera lo hizo bien, buscando siempre tenerlo en la muleta, pero apenas regalaba dos y en el tercero, se iba.
Por el izquierdo lo intentó, pero no se dejó nada esta tarde Perera, quien incluso toreó en redondo en los pasajes finales. Ajustadas bernardinas. Pesado con la espada escuchó los dos avisos, retirándose en silencio.
Una entrega serena
El segundo, Berlanguillo 553 kilos, de Núñez del Cuvillo, para Alejandro Talavante, que dibujó la tersura con el capote al recrearse por verónicas. Un inicio de faena prometedor, muletazos por alto y un cambiado por la espalda como prólogo, la faena con una lluvia que cesaba.
El toro tuvo emotividad y le permitió cuajar una serie con derechazos profundos y templados. Por el izquierdo, el de Núñez del Cuvillo tuvo muy poco, y por el derecho también ofreció ya a cuenta gotas.
Pesó, en demasía, la entrega de Talavante, que siempre se mantuvo sereno en la búsqueda del lucimiento. Mal con la espada, silencio tras aviso.
El quinto, Casero de 597 kilos, de Victoriano del Río, segundo del lote de Alejandro Talavante que saludó por verónicas. Un toro que rebrincaba, muy descompuesto. Por el izquierdo le permitió más el lucimiento, por como lo ha llevado el extremeño, que lo aguantó enormidades. Pinchazo y estocada para ser silenciado.
Silencio en Las Ventas
El tercero, Jarretero de 552 kilos, de Toros de Cortés, para Ginés Marín, que costeó con las pocas embestidas de este toro, deslucido y sin clase, que pasó sin mayor transmisión y emoción. Silencio.
El sexto, Bolero de 590 kilos, de Victoriano del Río, para Ginés Marín. El torero comenzó por doblones su faena ante un toro muy protestado por su presencia. La faena se desarrolló entre la actitud de Ginés, que buscó las vueltas, sacando muletazos con fondo por ambos pitones. Falló con la espada. Silencio.
Ficha
Plaza de Las Ventas. Decimoquinto festejo de la Feria de San Isidro.
Lleno de «No hay billetes», en nublada y lluviosa.
Toros de Victoriano del Río (4o., 5o. y 6o.), Toros de Cortés (3o.) y Núñez del Cuvillo (1o. y 2o.), de presencia y juego desigual.
Miguel Ángel Perera. Silencio y silencio tras dos avisos.
Alejandro Talavante. Silencio en su lote. Silencio en su lote.
FOTO: MANOLO BRIONES