INVESTIGAN AL MARVIN EN LA AUDITORÍA
Ignacio Sánchez, director del Issstezac, le arrojó dos venenos a Marco Vinicio Flores y espera que cuando menos uno surta efecto. El primero fue la denuncia que Nacho interpuso ante la fiscalía del estado, por la omisión de pagos de ISR en los que incurrió El Marvin cuando fue director del Issstezac. Ese expediente no va a proceder, ya que en este caso era al SAT al que le correspondía denunciar, no al instituto. Pero El Marvin aún necesita un antídoto para el segundo veneno, que es otra denuncia que le interpusieron, esta vez ante el auditor Raúl Brito. En la ASE ya abrieron una carpeta de investigación contra el también coordinador estatal de Movimiento Ciudadano. Si bien El Marvin ya no enfrentaría consecuencias penales, sí podría ser sujeto a un procedimiento administrativo. Y Nacho trae muchas ganas de tronarse a Marco Vinicio. El resentimiento comenzó al inicio del sexenio, cuando Marvin aseguraba que sí había dejado dinero en el Issstezac y no había motivo para no pagar las pensiones, las primeras que le tocaban a la Nueva Gobernanza.
NO LE MIDIERON
La JIAPAZ, dirigida por David Octavio García, se excedió en la aprobación de estudios de factibilidad para nuevos fraccionadores en la capital del estado. Repartió estos dictámenes como barajas y por eso ya le saltó el ayuntamiento de la capital. En el equipo de Jorge Miranda advierte del riesgo de que no en todos los casos está garantizado el abasto de agua y la bronca le caería directamente al Municipio. Además, las víboras no se olvidan de que por el mismo problema se señaló a la administración anterior de JIAPAZ, que encabezó Benjamín de León. Las sospechas eran que el organismo operara sistemas que se prestaran para moches. Cuenta la leyenda que algunos estudios aprobados por la junta han sido condicionados a la operación de pozos por parte de los fraccionadores.
GOBIERNO, VÍCTIMA
DE LA DELINCUENCIA
Nadie se salva de la delincuencia. La presidenta de la Junta de Monumentos, Raquel Toribio, tuvo que interponer una denuncia ante la fiscalía porque les robaron equipo de cómputo. Con mucha facilidad esculcaron y saquearon oficinas. Los más venenosos sospechan que algún trabajador tendría algo que ver, o cuando menos saber quién o quiénes fueron. ¿Será? Otra víctima del crimen resultó ser Diana Saucedo, subsecretaria de Prevención del Delito. Hackearon una de sus cuentas de redes sociales y la usan para “vender” celulares, pantallas, computadoras y tabletas; al final intentan estafar a medio mundo. Algún reclamo le debió llegar a la funcionaria, quien pide no dejarse engañar por los estafadores.
EL PACTO DE JEREZ
Todavía ni mediciones ni candidatos claros tienen, pero en la alianza opositora ya dan casi por hecho que recuperarán Jerez. De ahí son los dirigentes estatales del Acción Nacional, Vero Alamillo, y del PRD, Raymundo Carrillo. Confían en que el Pueblo Mágico es el municipio de la transición, pues en los últimos años ningún partido ha logrado repetir en el poder. Pero en esa confianza y supuesta armonía, pronto vendrán los pleitos en el acomodo de planillas. Raymundo buscará acomodar a familiares y Vero querrá imponer, al menos como candidato a regidor, a su amigo del alma Javier Chicharito Cabral.
FUNCIONARIO BRAVO
Hace tres años se dedicaba a reventar asambleas de Morena, con cierta agresividad, y ahora canaliza esa misma furia para el despido injustificado de personal. Su nombre ya genera cierta indignación entre los trabajadores del IZEA: Saúl de Jesús Cordero. Este tipo, según los apuntes de los magistrados del Tribunal Laboral Burocrático, es de los más demandados de la Nueva Gobernanza. La mayoría de los quejosos exige su reinstalación. Otro con un bonche de demandas, aunque son para exigir el pago de prestaciones, es el imperturbable Uswaldo Pinedo, secretario de Salud. Es aborrecido por un sector de trabajadores, la líder sindical Norma Castorena y otros. Para cerrar semana: que el secretario de Economía, Rodrigo Castañeda, ya está en las negociaciones por el estallamiento de la huelga en Peñasquito, de la estadounidense Newmont. Ya sabrán los ponzoñosos enterados si eso es bueno o malo.