Zacatecas.- Psicólogos de la Universidad Autónoma de Zacatecas (UAZ) advirtieron los riesgos de ser un padre o madre adolescente, lo que principalmente afecta a las mujeres tanto en el ámbito individual como social.
La psicóloga Ana Laura España Montoya, explicó que parte del problema es ocasionado por la falta de conciencia de los jóvenes hacía temas de educación sexual, misma que debería ser orientada por parte de los padres de familia.
“No falta información, porque existe, pero en ocasiones los jóvenes no son tan conscientes de los impactos que tienen en su vida las relaciones sexuales; y aunque conozcan los métodos anticonceptivos, no los usan”, detalló.
No falta información, porque existe, pero en ocasiones los jóvenes no son tan conscientes de los impactos que tienen en su vida las relaciones sexuales; y aunque conozcan los métodos anticonceptivos, no los usan
“El joven se encuentra en un proceso de maduración, y si no está bien encauzado, todas esas dudas, energía y lo que traen los adolescentes, pueden derivar en un embarazo, pero también enfermedades de transmisión sexual o relaciones patológicas”, expuso España Montoya.
Abundaron que al momento de tener un hijo, el conflicto emocional se complica, porque deben tomar decisiones “muy importantes” que la mayoría de las veces no están preparados para realizar.
“Durante el embarazo no les cae el veinte de la situación, sino hasta que nace el niño, y se dan cuenta de los cambios que tienen que vivir, donde es importante el factor del apoyo económico y moral”.
Indicó que en el caso social, llegan a existir trastornos en jovencitas que apenas ven los primeros cambios en su cuerpo, lo que deriva en trastornos alimenticios, para que no se vea que engordan, cuando el crecimiento de la barriga es un proceso natural del embarazo.
Por ello, Tomás Morales, destacó la importancia de que los padres atiendan el tema de la educación sexual y no se pongan rojos al momento de hablar sobre el tema con sus hijos.
“A veces los padres nomas no sabemos cómo educar a nuestros hijos y nos ponemos rojos, nos salen los chapetes cuando nos preguntan algo y tenemos que hablarlo; se tiene la información, pero no sabe cómo decirse al hijo o la hija”, detalló.
Para los dos psicólogos, detallaron que el primer impacto es de carácter social, donde llegan a existir críticas hacia la recién embarazada; y en un segundo momento, cuando nace el hijo, se ven afectadas las expectativas, lo que marca un parte aguas en la vida personal.
Además, consideraron que con apoyo de la familia, es más fácil superar las afectaciones psicológicas que genera el tener un hijo antes de cumplir la mayoría de edad.
En otros casos –expuso–, puede cambiar la estructura familiar, pues los abuelos se constituyen en padres, y estos últimos en hermanos.
Cabría recordar que el periodo que dura un matrimonio entre niños es, de meses a 5 años, pues una vez llegada a la edad adulta, inician el proceso de divorcio.