ZACATECAS. Susana Román Acosta, medico nefrólogo y encargada del Área Clínica de Trasplantes, del Hospital General Luz González Cosío, informó que en Zacatecas se busca “aumentar la cultura de donación cadavérica”.
Explicó que al donar un cuerpo con muerte cerebral, este puede beneficiar hasta a seis personas, ya que los órganos que se pueden trasplantar son el corazón, riñones, hueso, piel, hígado y, en algunos casos, pulmón.
La especialista dio a conocer que durante 2016 se realizaron ocho donaciones y subrayó que en el transcurso de 2017 se rompió la meta establecida, ya que a la fecha se han realizado seis trasplantes en el Hospital General.
Destacó que dicho tipo de trasplantes se realizan cuando el médico diagnostica muerte cerebral al paciente. “Puede ser por diferentes causas, como un accidente de tránsito o trauma cráneo-encefálico. Si se da este diagnóstico, lo que sigue es que poco a poco la persona vaya falleciendo”.
En caso de que el equipo de procuración detecte un caso de muerte cerebral, se puede intervenir para abordar a la familia y realizar la donación de órganos.
“Porque al final de cuentas, lo que queremos es no exponer a una persona sana a que se someta a una operación, sino tomar esos órganos que finalmente se van a enterrar o cremar. Lo que queremos es que la cultura sea más en la cuestión de donación cadavérica”, aseguró.
Román Acosta expuso que aunque se busca incrementar la cultura de donación de órganos, existen muchos tabúes al respecto, uno de ellos es dejar fallecer a la persona porque su tarjeta de tránsito informa que la persona es donadora de órganos.
“En Zacatecas hay muchas cosas que se reactiven la cultura de donación, como la participación de autoridades en conjunto, pero algunas veces los mitos que se forman a través de la donación detiene que una familia tome la decisión de donar los órganos de la persona que falleció”, aseguró.
También existen otros dos tipos de trasplantes, donadores vivos relacionados o no, que se da en el contexto de que existe un familiar enfermo y alguien de la familia le dona un órgano o riñón.
En ese tipo de trasplantes se hacen pruebas para saber si el donante es sano o no; además, pasa por pruebas psicológicas para ver qué tan bien puede vivir el donador sin riñón.
En el caso de que no sean parientes tanto el donador como el receptor, se lleva a cabo la firma de un acta notarial, “para ver que no haya coerción o intereses económicos de por medio”.