MÉXICO.- Bares y antros convirtieron Madero en un corredor peatonal estridente.
Con apoyo de un decibelímetro digital, REFORMA comprobó que los establecimientos de esparcimiento emiten hasta 61 por ciento más ruido de lo permitido.
Entre Gante y Bolívar se alcanzaron por la noche y madrugada entre 92 y 93 decibeles a nivel de calle y 99.8 dentro de los locales.
Esto, aún cuando la Norma Ambiental NADF-005-AMBT-2006 establece que el límite máximo permisible de emisiones sonaras en la Ciudad de México, entre las 20:00 horas y las 06:00 horas, deberá ser de 62 decibeles.
En este tramo conviven nueve centros nocturnos: ocho dentro de la Plaza Madero y uno más -de dos plantas- ubicado frente a la plaza en una terraza.
En este último, por ejemplo, los grupos de música en vivo complica el entendimiento entre meseros y comensales.
“Depende a qué vengas. Si quieres bailar pues esta bien, pero si quieres algo más ‘tranqui’ pues buscas alejarte lo más de la música”, refirió Cinthya al preguntarle su opinión sobre el volumen de la música.
A nivel de calle la música y luces fluorescentes que emiten estos centros mercantiles hacen que las personas levanten la vista para observar de qué se trata.
“Está buena la fiesta”, alcanzó a decir un señor que con su familia siguió su camino rumbo al Eje Central.
Remodelado en octubre de 2010, el Corredor Peatonal Madero es el más transitado del Centro Histórico tanto por capitalinos como por visitantes.