Con la promesa de desarrollo, Zacatecas obtuvo de Grupo Modelo contaminación, tierras infértiles, simulación de apoyo social y una crisis de agua que mantiene a las autoridades en jaque, ante los reclamos cada vez más airados de la población.
A más de dos décadas de que se inaugurara la que sería “la planta cervecera más grande del mundo”, en Calera de Víctor Rosales, las quejas se acrecientan por el costo que tiene para el estado mantener el título de “capital mundial de la cerveza”.
Devastación
El dirigente local de la Confederación Nacional Campesina (CNC), Antonio Martínez Zaragoza, afirmó que la operación de la planta, en manos del corporativo belga Anheuser-Busch InBev desde 2013, tuvo un fuerte impacto negativo al medio ambiente.
Para demostrar la afectación de la compañía, la CNC local realiza estudios, desde hace cuatro años, pues detectaron que tierras que eran fértiles y producían alimentos en grandes cantidades en Fresnillo y Calera, se convirtieron en zonas improductivas.
Martínez Zaragoza sostuvo que, además de la escasez de agua que merma la producción del agro, los desechos de la trasnacional impactan en el subsuelo, con lo que se daña la capa arable, por lo que se investiga el grado de contaminación en la tierra.
Puntualizó que la CNC en Zacatecas tiene el apoyo de la organización a nivel nacional, para obtener bases científicas sobre el impacto ambiental de Grupo Modelo y cómo remediarlo, pues sus agremiados mantienen la presión de que el corporativo resarza el deterioro.
El líder campesino expuso que en un área que abarca Calera, General Enrique Estrada y Fresnillo, hay afectación en el suelo por la extracción desmedida de agua subterránea y los desechos de la planta cervecera, dada su salinidad y otros materiales pesados que contiene.
Esto perjudica a 800 productores, quienes sembraban chiles, ajo, zanahoria, frijol y maíz en el lugar, pero ahora esta actividad les es inviable; de acuerdo con Martínez Zaragoza, desde la década del 90 “el agua se fue muy abajo”, al secar los pozos de los agricultores.
El dirigente estatal del Barzón, Álvaro García Vega, coincidió con la CNC en que los perjuicios de la cervecera son, sobre todo, para el agro. Recordó que los terrenos usados para la siembra en los alrededores de la planta se echaron a perder por el agua que desechaba ésta.
Desde hace años, refirió, la contaminación terminó por arruinar las parcelas y “la tierra ya no sirve ni para avena, que es más dócil, porque queda muy pequeña y ya ni para forraje”. Precisó que 500 hectáreas de sus agremiados fueron abandonadas porque ya no producen, con lo que dejaron sin trabajo a campesinos de Toribio, en Calera, e Hidalgo de Ojuelos, en Fresnillo.
García Vega aseguró que ése era suelo fértil, donde una hectárea daba hasta 20 toneladas de ajo y obtenían hasta 200 mil pesos por ésta y 150 mil por una de chile, cuando el costo de producción era de 50 mil pesos. Ahora no tienen este sustento y malbarataron sus terrenos para obtener siquiera algo por ellos.
Cuando los productores usaron el agua tratada que Grupo Modelo les dio, comenzó la devastación: “los técnicos de la cervecera nos engañaron, al decirnos que esa agua era viable para la agricultura. No fue así: los terrenos se hicieron salitrosos, muy duros, ya no se pueden trabajar”, lamentó el líder de los barzonistas.
Resaltó que intentaron tratar este problema con directivos de Grupo Modelo, sin éxito. “Acercarse con esas personas no es fácil. No hubo manera. Nomás nos engañaron con que iba a venir un intendente, así nos tuvieron vuelta y vuelta más de tres años. Es un poder muy fuerte el de la cervecera”, advirtió.
Macario Cuevas Ríos, representante de productores de pozos de riego en el estado, declaró que las demanda contra el corporativo no proceden debido a que “los laboratorios certificados son muy pocos y reciben dádivas de Grupo Modelo”.
Esto complica que se hagan estudios en la zona, donde los productores aseguran que el nivel de salinidad del agua impide que las plantas crezcan. Antes, la cervecera tiraba sus aguas residuales en los canales justo detrás de sus instalaciones.
Podredumbre
Los malos olores se perciben al acercarse a los alrededores de la cervecera más grande de México. El banco de lodos fétidos que expulsa la enorme fábrica es sólo una parada en un camino de contaminación.
Color grisáceo y olor a descomposición son las características del terreno que se encuentra al aire libre, al final del bulevar Antonio Fernández Rodríguez, justo a un lado de la planta de Grupo Modelo. Resulta incómodo estar ahí.
Al continuar por el camino de terracería se alcanzan a ver campos casi desiertos, donde es raro ver cantidades aisladas de pasto que no logra crecer antes de secarse. Ahí se cultivaba chile y ajo, principalmente. Ahora son llanuras sin uso, abandonadas.
En el recorrido se aprecian los canales por los que hasta hace algunos años la cervecera dejaba caer sus aguas residuales.
Al avanzar por la zanja que enmarca las vías del ferrocarril, líquidos negros y fétidos llevan a una fuga sin atender; basta acercarse unos metros para percibir esa suciedad que, en su paso, marca las piedras con lodo gris y blanco.
Más adelante, sigue el camino de agua contaminada por surcos que se pierden entre las raíces de un huizache a punto de secarse.
A unos 30 kilómetros de la planta se encuentra Santa Ana, una pequeña comunidad donde está la laguna en la que Grupo Modelo descarga sus aguas residuales. El área está cercada por alambres y el líquido acumulado despide un fuerte olor a sal, casi como a una playa.
Un tubo de aproximadamente 14 pulgadas de diámetro expulsa los fluidos; es evidente que en ocasiones la laguna alcanza niveles más altos y, al bajar, deja un color blanquecino sobre la tierra.
Migajas
Tras los problemas que genera la cervecera a Zacatecas, la CNC apoyó y participó cuando el gobernador Alejandro Tello Cristerna implementó los Impuestos Ecológicos, a fin de que grandes empresas, como Grupo Modelo, retribuyeran al estado por los estragos que causan sus operaciones en la entidad.
Aunque los gravámenes fueron avalados por la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), la compañía belga se amparó contra estos cobros y se resiste por la vía jurídica a someterse a ellos.
El alcalde de Calera, Reynaldo Delgadillo Moreno, afirmó que la cervecera sólo contribuye con el pago de poco más de un millón de pesos para el Municipio, pero es casi nulo el apoyo de la empresa para el medio ambiente o mejorar la infraestructura del lugar.
Expuso que, desde 2016, el Ayuntamiento acumula solicitudes para el corporativo, que van desde aportaciones para las carreteras, usadas por sus transportistas; cámaras de videovigilancia, por la inseguridad en comunidades aledañas, y árboles para reforestación, con el objetivo de disminuir los daños al medio ambiente.
Sin embargo, éstas sólo se quedan en el papeleo, pues las respuestas de Grupo Modelo son a cuentagotas, o simplemente no las hay. “Nada se está quedando en Calera, sólo el predial”, afirmó Delgadillo Moreno.
“Planteamos una campaña con un árbol en cada vivienda, de árboles grandes, porque nos dan pequeños que se secan, pero la reforestación se hizo conforme a sus políticas. Les propusimos que, cuando nazcan bebés, se les dé el certificado de plantar un árbol, pero no ha habido apoyo en concreto”, ejemplificó.
Según datos del Departamento Municipal de Medio Ambiente, la cervecera les entregó 2 mil 500 árboles para reforestar la presa de la demarcación, así como campañas de embellecimiento del acceso norte y del arroyo Matamoros; sin embargo, las autoridades consideran que esto es insuficiente, al ser Ab-InBev un consorcio internacional.
El alcalde añadió que, hace tres años, propuso al corporativo reparar el anillo periférico o el libramiento, por ser puntos de acceso de camiones pesados a la planta; esta gestión también fue ignorada.
“Nos dejaron con la bronca”, reprochó Reynaldo Delgadillo. De ésta y otras contribuciones, recalcó, “no hemos podido tener un entendimiento claro y conciso”, pues los requerimientos siguen atorados en las oficinas de Ciudad de México y el área de Asuntos Corporativos de Grupo Modelo.
En contraste, los daños se mantienen y se agravan. El Sistema de Agua Potable y Alcantarillado de Calera (Sapac) informó que fue durante la administración de Horacio Mejía Haro (2007-2010) cuando la cervecera entregó, “de manera imprudente”, agua tratada a productores de Toribio y del lado oriente de la termoeléctrica, para el riego de 400 hectáreas.
“El agua se evaporaba hasta que quedaron inservibles las tierras por la sosa cáustica y otros contaminantes […] se echaron a perder las tierras”, confirmó el presidente municipal. “Eso fue negligencia”, sentenció.
Aunque las autoridades defendieron que la sobrexplotación de los mantos acuíferos es por los pozos para agricultura, la población del municipio culpa a Grupo Modelo de llevarse el agua que les falta.
Sobreexplotados
De acuerdo con datos de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), el acuífero de Calera tiene un déficit de 74 millones 850 mil metros cúbicos de agua.
Refugio Rodríguez López, subdirector de la dependencia federal, explicó que mientras el manto apenas recarga 91 millones 100 mil metros cúbicos, están concesionados 164 millones 794 mil.
De ese total, 13 millones 950 mil 685 se destinan para uso industrial; la cervecera tiene éstos 11 millones 961 mil metros cúbicos; sin embargo, sólo usa 6 millones 300 mil.
Según la Ley de Aguas Nacionales, por lo que no consume, la cervecera debe pagar una cuota de garantía por “Interrupción de Caducidad”, para no perder ese volumen.
De los casi 12 millones de metros cúbicos con los que cuenta, la Compañía Cervecera de Zacatecas S. de R.L. de C.V. puede operar 20 pozos en Calera. Adicionalmente, tiene 13 aprovechamientos para 2 millones 196 mil metros cúbicos anuales para uso agrícola.
En ese mismo manto acuífero, la Junta Intermunicipal de Agua Potable y Alcantarillado de Zacatecas (Jiapaz) usa 8 millones 485 mil 104 metros cúbicos para el abastecimiento de Zacatecas, Guadalupe, Morelos y Vetagrande.
Esto quiere decir que Grupo Modelo tiene concesionado mayor volumen de agua que el organismo operador que surte del líquido a los cuatro municipios.
Reclamo social
Organizaciones civiles mantienen presión para revisar el daño ecológico que causó Grupo Modelo en Zacatecas. Los principales grupos que reclamaron que la crisis de agua obedece a la operación de la cervecera son Frente Popular de Lucha de Zacatecas (FPLZ), Asociación de Productores de Riego, Unión de Colonias Agropecuarias y la Coordinadora Nacional Plan de Ayala (CNPA).
Felipe Pinedo Hernández, líder del FPLZ, aseguró que esta organización tiene estudios y datos históricos que demuestran que la cervecera provocó daños irreversibles al suelo. Agregó que la contaminación en el agua, la hace inservible para actividades como riego, ganadería o consumo.
Denunció que la compañía incumple la norma 001 sobre el manejo de aguas residuales, que establece límites máximos permisibles de contaminantes en las descargas.
“Nos preocupa que no esté regulada la cantidad de agua que utiliza la cervecera, que produce un promedio de 25 millones de litros de cerveza diario. Supuestamente están realizando esquemas de tratamiento de agua, con la norma 001, que se supone que esa agua sería apta para usar en los cultivos aledaños a la cervecera. Sin embargo, desde nuestra óptica está demostrado que no reúnen esas características, al contrario, se está echando a perder el suelo”, argumentó.
Pinedo Hernández expuso que en la elaboración de cerveza se utiliza sosa cáustica, que la empresa no elimina adecuadamente y en consecuencia contamina toda el área de riego alrededor en Calera, además de que también lo hace en la laguna de Santa Ana, en Fresnillo.
“Esa laguna prácticamente es el equivalente al Mar Muerto por la cantidad de contaminantes que tiene. No es apta ni para el consumo pecuario, mucho menos para el consumo agrícola”, recriminó.
Una de las luchas del FPLZ es por la falta de acciones contra la cervecera. “Nos preocupa que la regulación sospechosa que hace la Conagua a este tipo de empresas. Lo único que provoca es que haya incertidumbre total en la región. La cantidad de pozos que tiene la Modelo es de aguas que requieren en la región los plantíos de zanahoria, chile, ajo, cebolla”, reclamó el dirigente.
Consideró que, dada la crisis de agua en el estado, se debe valorar si se puede sostener una industria de esa magnitud.
“Es evidente que la escasez del vital líquido en Calera, Fresnillo y Morelos se está agudizando cada día. Agreguemos que las tomas particulares tienen muchas fugas, esto se ha convertido en un problema muy grave, que pone en riesgo el derecho humano al agua”, advirtió.
Asimismo, recordó que los tandeos y la falta de agua afectan sobre todo a las colonias populares, “por estas explotaciones tan crueles”.
Felipe Pinedo aseguró que Grupo Modelo usa 6 litros de agua para elaborar uno de cerveza, contradiciendo los datos presumidos por la empresa, que asegura que son sólo 2.8.
“Si consideramos que son 25 millones de litros de cerveza que se producen diariamente, hagamos la conversión y nos daremos cuenta que es exagerada la cantidad de agua que se transforma en cerveza […] El problema es que no hay tampoco un escenario de contingencia ambiental y todo esto nos lleva a escenarios dantescos en la región”, subrayó el dirigente del FPLZ.
Urge acción
Académicos e investigadores coincidieron en que es impostergable evaluar y comenzar acciones para amortiguar el impacto en el medio ambiente de la planta cervecera de Grupo Modelo.
Francisco Román García, coordinador de la maestría en Ciencias Agrícolas de la Unidad Académica de Agronomía de la Universidad Autónoma de Zacatecas (UAZ), explicó que, dadas las afectaciones en los mantos acuíferos, para la extracción se debe “perforar a mayor profundidad, meter motores para extraer el agua y eso genera más gasto”.
Mencionó que ya hay pozos secos en Guadalupe, Calera y Fresnillo, por el agotamiento de los mantos freáticos, y el problema se extenderá por otras zonas.
En cuanto a la salinidad del agua desechada, expuso que eso repercute en el suelo. El líquido trae muchas sales, esto incrementa la conductividad eléctrica y aumenta la presión osmótica en el suelo, la planta tiene dificultades para asimilar y absorber el agua.
Un suelo normal debe tener en promedio dos decisiemens por centímetro; cuando aumenta hasta cuatro o más genera suelo salino, provocado por la industria; si a eso se agregan otros contaminantes que acompañan a las sales, representa un problema grave para la producción agrícola
Santiago Valle Rodríguez, responsable del programa de Ciencias Ambientales de la UAZ, alertó que ante los severos efectos del cambio climático, el estado transita por escases de agua.
Zacatecas en los últimos años se vio con un panorama crítico tras la falta de lluvias, debido a las alteraciones en las estaciones del año. Valle Rodríguez detalló que el problema es serio pues, aunque se conoce que la explotación de los mantos acuíferos, excavación de subsuelos, la escasez y deforestación de áreas verdes, así como la contaminación del aire, continúa una descomunal actividad industrial y una escasa actuación por generar acciones que reviertan los daños.
En este contexto, Eduardo Manzanares Acuña, investigador de la Unidad Académica de Estudios Nucleares, destacó que en el estado hay empresas específicas, reconocidas incluso mundialmente como Grupo Modelo, por su alta producción, pero que generaron en la zona un daño irreversible.
Siendo el agua uno de los bienes más preciados para el estado, aseveró que el grupo cervecero impactará aún más con extracciones cada vez más profundas, que contiene mayor cantidad de tóxicos, como el arsénico, que tiene relación con mayor incidencia de cáncer de piel.
“La Corona no tarda en agotar el acuífero y lo más grave es que después de tanto que se pugnó sobre el uso del agua para la cervecera, ahora ya le han dado una renovación al permiso de explotación de agua, acto que resulta ilógico”, sentenció.
En este contexto, Manzanares Acuña refirió que Grupo Modelo obliga al estado a buscar alternativas más lejanas de agua, con megaproyectos como la presa Milpillas, que también son controversiales desde el punto de vista social.
Los conflictos, puntualizó, son porque que “es posible que esa gran cantidad de agua también se vaya para las industrias, como la minería y la Corona”. El académico afirmó que es urgente que las autoridades se concienticen ante la gravedad del problema y limiten las operaciones de la cervecera.
Rodolfo García Zamora, investigador de la Unidad de Estudios del Desarrollo de la máxima casa de estudios del estado, recordó que en el gobierno de Genaro Borrego se tomó la decisión histórica de “ofrecer a la Corona con subsidio de gobierno del estado los mejores mantos freáticos de agua de Zacatecas”.
Reprochó que este convenio se realizó bajo una visión simplista, sin previsión futura y con una ignorancia total de los recursos naturales y su sostenibilidad.
Actualmente, aseguró que la empresa transnacional batió en 80 por ciento las aguas subterráneas más importantes para Calera, Guadalupe y Zacatecas, incapacitando el sistema de distribución para la población.
Además, expuso que ahora hay preocupación por la calidad del líquido: el agua se sustraía de los 40 a 50 metros de profundidad, ahora se extrae de 400 a 450 metros. “En términos de energía eléctrica y atracción es mucho más costoso, pero al mismo tiempo es peor agua, con gran cantidad de minerales”.
García Zamora explicó que, como alternativa, se planteó la creación de la presa Milpillas, un elemento que ayudará “parcialmente”. Sin embargo, advirtió que de no tener un control sobre la industria, “aun cuando pudiera hacerse ese proyecto [Milpillas], va ser totalmente insuficiente para hacer frente al desastre de los mantos subterráneos”.
Concluyó que es alarmante que no se tenga diagnósticos precisos “por falta de voluntad o de interés del gobierno del estado”, para dar claridad a la sociedad de la calidad del agua, principalmente de la que se distribuye y consume en la zona conurbada.
Francisco Contreras Díaz, académico de la Unidad de Economía de la UAZ, recordó que ciudadanos, académicos e investigadores se opusieron a la instalación de la cervecera en el estado, por efectos que hoy se tienen.
Con más de 20 años de producción, manifestó que se puede concretar que “el daño que ha generado la planta cervecera ha sido mayor al beneficio”.
Coincidió con otros investigadores en que se debe replantear la permanencia de Grupo Modelo, pues aseguró que “la planta sólo se convertirá en un escenario de arqueología industrial, pero los zacatecanos nos quedaremos sin agua”.
Contreras Díaz destacó relevante el problema de escasez en agua que ahora vemos de manera cotidiana, pues comprueba que “ya no es un problema de aquí a 20, 25 años, como se dice, es un problema de hoy, al vivir con un gravísimo desabasto”.
Advirtió que esta carencia atrae más problemas sociales, además de favorecer la desigualdad social que padece el estado, “que la gente con más bajos recursos no tenga acceso, como hoy no lo tiene, al agua de calidad y suficiencia”. Esto generará “pobreza patrimonial, educativa, de salud; una crisis sistémica y humanitaria”.
El investigador llamó a las autoridades a reflexionar y tomar decisiones serias y comprometidas con la población y el medio ambiente, respecto a continuar la mercantilización del recurso natural; así como ejecutar programas de acción, prevención y cuidado de nuestros recursos naturales.
“No podemos permitir que la situación sea crítica, en escuelas, hospitales, una sequía crónica. No podemos percibir este modelo en Zacatecas, preocupado porque a la Corona no le falte”, concluyó.