Las Áreas Naturales Protegidas se enfrentan a problemas institucionales y sociales por las formas de tenencia de la tierra y cambio de uso del suelo, además de desarticulación de la adecuada gestión, aseguró la bióloga y activista ambiental Zaira Esparza Rodríguez.
Cada 18 de octubre se conmemora el Día Mundial de la Protección de la Naturaleza, acción para la cual el Estado mexicano ha creado zonas protegidas; sin embargo, para la especialista son necesarias otras medidas.
“Buscan garantizar una buena conservación, así como ofrecer oportunidades de investigación y educación, pero eso sólo es una parte mínima de los esfuerzos, ya que existen muchísimos planes gubernamentales que involucran intereses económicos en ciertos lugares”, precisó.
Asimismo, expuso que el papel de los territorios protegidos en el campo de la conservación es relevante, pues ofrecen alternativas para el desarrollo rural de las comunidades cercanas.
Las Áreas Naturales Protegidas federales en Zacatecas son el Parque Nacional Sierra de Órganos y la Sierra de la Mojonera, mientras que las de denominación estatal son La Quemada (Villanueva), El Cedral (Ciudad Cuauhtémoc), Ruta Huichola (Guadalupe, Zacatecas, Jerez de García Salinas, Susticacán) y el Parque Ecológico Centenario (Guadalupe, Vetagrande, Zacatecas).
En este contexto, puntualizó que es necesario el apoyo a las investigaciones científicas para la divulgación de la biodiversidad que hay en estas zonas, lo que ayudaría a su adecuada preservación de las especies y paisajes.
Detalló que la conservación es un esfuerzo comunitario que puede hacer conscientes a las personas de “que los recursos y especies tienen un valor natural, cultural y hasta económico”, por lo cual es imperioso involucrarse en movimientos de carácter ambiental.