Trazando el rumbo
Romper la continuidad con el pasado, querer comenzar de nuevo, es aspirar a descender, y plagiar al orangután.
José Ortega y Gasset.
Después de los procesos electorales en el EdoMéx y Coahuila, de la pérdida de la entidad federativa con el padrón electoral más grande de México que estaba en manos del PRI, inmediatamente arrancó el proceso interno de Morena, que de manera inevitable ha arrastrado al PT y al PVEM con sendos aspirantes a la candidatura presidencial.
Con esta acción además de dar claridad al proceso, e instalar un mecanismo inédito de definición de candidatos, Morena y sus aliados han establecido la agenda de cara al proceso de sucesión Presidencial del 2024.
El lunes 5 de junio se llevó a cabo una cena con el presidente López Obrador, los gobernadores de la 4T, la maestra Delfina y las llamadas «corcholatas».
En el encuentro se felicitó a la maestra Delfina, para luego plantear una serie de acuerdos respecto a la propuesta para las reglas que se estarán implementando en el proceso interno de Morena. Reglas que posteriormente se sometieron a la discusión y votación del Consejo Nacional del partido movimiento, máximo órgano de deliberación de este partido.
Por la magnitud de lo que está en juego, la Continuidad del Proyecto de la 4T, dicha dirigencia, al ratificar los acuerdos en el Consejo, pretenden implantar un proceso legal, bien cuidado y con factibilidad, para dar legitimidad y certeza a todos los participantes y a la sociedad, mediante el método de encuesta.
Las fechas planteadas contemplan tiempos legales y desde luego políticos de la siguiente manera:
Del 12 al 16 de junio: registro de aspirantes.
Del 19 de junio al 27 de agosto: recorrido de aspirantes.
Del 28 de agosto al 3 de septiembre: levantamiento de la encuesta.
Del 4 al 6 de septiembre: procesamiento de la información.
6 de septiembre: publicación del resultado.
El mecanismo establecido recoge ciertos planteamientos realizados por el ex canciller Marcelo Ebrard en diciembre del 2022 en Monterrey, Nuevo León, al presidente del partido, Mario Delgado, tal como la necesidad de que los aspirantes deban renunciar antes de su registro, a fin de generar condiciones de equidad en la contienda.
Entre otras cosas evita la intromisión de los poderes económicos, políticos y mediáticos que en el pasado lograron catapultar a figurines como el Golden Boy Peña Nieto.
Otro asunto de máxima relevancia es la culminación de las perniciosas prácticas como el “tapado”, “el dedazo” y la “imposición”, para convertir al proceso interno en, realmente, un ejercicio democrático el cual abarcará, por medio de una muestra, el sentir de la gran mayoría de la sociedad mexicana.
Todos los requisitos fueron trazados con el objetivo de asegurar la unidad, después de los resultados en las recientes elecciones y de cara al proceso electoral presidencial del 2024.
Un dato al margen como ejemplo de la confianza que genera este proceso: el banco BBVA México consideró que “se descarta que haya problemas en la estabilidad macroeconómica del país”.
Así pues, las reglas están en la mesa y son claras, el proceso Continuidad con Cambio está en marcha. Viene una nueva etapa y un nuevo reto para los impulsores de la 4T, la prolongación de su proyecto.