Como parte de las actividades que se desarrollan en la Universidad Autónoma de Zacatecas (UAZ) por parte del Cuerpo Académico UAZ-CA-234, se ha dado continuidad al ciclo de conferencias magistrales “Biología Evolutiva e Interacciones Bióticas”, cuyo objetivo es la conmemoración del Día del Biólogo.
Para ello se llevó a cabo la ponencia titulada “La genética como herramienta para la conservación de las especies”, a cargo del investigador mexicano del SNI nivel II e integrante de la planta docente del Instituto Politécnico Nacional, Jorge Ortega, quien habló de la importancia del estudio de la genética para la conservación de las especies.
Dentro de su ponencia, explicó que los componentes de la genética de la conservación ha sido un tema abordado desde el siglo pasado y que se ha venido reforzando con el paso de las investigaciones y descubrimientos científicos, así como de los marcos teóricos.
Para dichos estudios, dijo, “se han utilizado pequeñas especies con lo que se ha reducido los números de los que están en peligro de extinción, ya que se determinó que actualmente se vive la sexta ola más grande de extinción de especies a nivel mundial, esto debido a la intervención del hombre quien ha llevado a cabo actividades de reforestación, construcción de fraccionamientos o fábricas en territorio considerado como el hogar de muchos de ellas”.
En esos términos, el ponente comentó sobre las investigaciones que se tienen en la Escuela Nacional de Ciencias Biológicas, en donde se han dado diversos resultados a lo largo de 15 años, como lo es la movilidad de especies, su composición genética y biología molecular.
“Actualmente se desarrollaban actividades de biología poblacional, pero también investigaciones del genoma de las especies cuyo objetivo es realizar acciones de comparativa evolutiva, creación de bibliotecas genómicas, estudios capilares y secuencias”, manifestó el especialista.
Estos estudios, agregó Ortega, han permitido que en México se trabaje con la biología poblacional realizando marcadores para análisis de las especies, lo que ha permitido el establecimiento de linajes como en murciélagos, en donde se ha determinado que Mesoamérica es una de las ecorregiones más importantes del planeta por la presencia de un número importante de estas.
Para dichos estudios, se han utilizado diferentes factores entre los que destaca el DNA Barcode (código de barras genético), que es el uso de un marcador genético corto estandarizado que provee una caracterización a nivel de especies. En 26 localidades de la península de Yucatán se han obtenido importantes resultados sobre la divergencia genética, en donde se ha detectado la expansión geográfica y la presencia de ejemplares saludables, lo que promueve su conservación y reproducción, detalló el investigador.
Además, se han llevado a cabo acciones de investigación con los osos negros, cuya población se extiende desde Alaska hasta el norte de México como en Coahuila, Nuevo León, Monterrey etc. En dicha región geográfica se realizó la recolecta de heces, así como de pelaje para lo que fue necesario la colocación de trampas en las cortezas de los árboles, los cuales suelen ser utilizados por los osos para rascar sus espaldas y lo que permite la obtención de pelaje con folículos vivos, manifestó.
De la misma manera, indicó, para este estudio en el que han colaborado investigadores de la UAZ, como la especialista Melina Del Real, integrante del Cuerpo Académico UAZ-CA-234,
se han utilizado microsatélites de identificación de individuos y de las especies, con lo que se ha logrado obtener resultados que dejan saber la movilidad de los osos negros, su estado de salud y su composición genética.
“Otras de las especies que han sido investigadas son los perritos de la pradera, ballenas azules, murciélagos y nutrias, de los cuales hemos logrado su localización, su composición genética, su situación de salud, todo esto coadyuva a la conservación de las especies, subrayó el investigador Jorge Ortega.
En Zacatecas estas investigaciones dan continuidad con los perritos de la pradera, “antiguamente se creía que las madrigueras eran amenaza para el ganado, lo que comenzó con la baja de la población; no obstante, ahora existen zonas protegidas de esta especie con lo que se da inicio a su cuidado, actualmente esta especie en el territorio mexicano es de mayor tamaño que en el territorio americano”, concluyó.