CONCEPCIÓN DEL ORO. Cuando el municipio apenas se repone del fuerte incendio ocurrido el 24 de marzo, este martes nuevamente se encendió la alerta por un nuevo siniestro que comenzó alrededor de las 15 horas en el cerro de La Sierpe, que, hasta el cierre de edición, se salió de control.
Aunque de inmediato se hizo el llamado a personal de la Comisión Nacional Forestal (Conafor), alrededor de las 19 horas aún no llegaban, por lo que Protección Civil (PC) Municipal convocó a los trabajadores de la Presidencia Municipal y a la ciudadanía en general a sumarse a las tareas de sofocación.
Alrededor de 40 voluntarios se sumaron en el transcurso de la tarde, quienes subieron con palas y picos al cerro, luego de que comenzara el fuego como una leve mecha que pronto se expandió hacia la cima, ante la fuerza del sol.
Se pidió, asimismo, el apoyo al gobierno del estado, con el fin de que elementos de PC acudieran a apoyar lo más rápido posible, ante la preocupación de los ciudadanos por la flora como el pino johanis, cactus, agaves, candelilla y lechuguilla, y de fauna, como el halcón peregrino, murciélago de cabeza plana, berrendo, oso negro, perrito de las praderas y un sitio de reposo de la mariposa monarca.
“Pidan apoyo al gobernador, ahí hay mucha fauna que sufrirá las consecuencias”, expresaban vía redes sociales los habitantes, al alertar que el incendio avanzaba rápido y las aproximadamente 35 personas que se sumaron al inicio no se daban abasto, por lo que esperaban, confiados, la pronta llegada de los brigadistas de Conafor.
En tanto, también se tuvo el apoyo para con el ayuntamiento de la mina Aura Aranzazu.
Pasadas las 20 horas se informó que en la zona del siniestro había solo 20 personas, por lo que alguna gente del pueblo se unía para sofocar el fuego, lo que se logró por el lado de Concepción del Oro, mientras aumentaba su fuerza hacia Mazapil. Además, personal del Ejército Mexicano se unió a las acciones.
A las 21:30 horas se informaba que el incendio estaba fuera de control, pues se extendió hasta donde hay cientos de hectáreas de bosque de pino que arden con gran facilidad. Por ello, los llamados a la población y gobiernos federal y estatal seguían en pie.