Sigifredo Noriega Barceló, obispo de Zacatecas, confirmó que fue retenido en un puesto de observación en los altos de Jalisco, “que no era ni Guardia Nacional ni Ejército, eran personas de uno de los grupos delictivos”.
Sin precisar el punto exacto donde fue detenido, dijo que se trató del tramo Huejuquilla – Tezompa donde celebró primeras comuniones: “no hubo plática, simplemente pasamos, nos identificamos y adelante, ellos estaban haciendo lo suyo no dejando pasar a otros grupos”.
Advirtió que la crisis de inseguridad “se vive de manera muy variado en ciertos lugares, por ejemplo, en Fresnillo es más constante, en otros lugres como que hay olas […] en ciertos momentos se recrudece y en otros como que parece que ya está en calma”.
Recordó que “el lunes pasado estuve en Ermita de los Correa (Jerez) y parecía que todo estaba en calma, tranquilo, pero siempre está la tensión porque cuando menos esperas hay balazos, cuando menos esperas hay retenes, cuando menos esperas por ahí hay personas que no son de ahí, que no viven ahí o que están huyendo o que se están defendiendo”.
Insistió que “entonces, la situación es muy variable […], entonces este es el hecho, porque la situación es muy variable”.
Advirtió que no se trata de una cuestión de números o de que los indicadores vayan a la baja, “lo que queda es el sufrimiento en vivo, esto va más allá. Entonces las estadísticas que dicen que mejora y que cada vez hay menos homicidios”.
Dijo que obviamente por las autoridades tienen que hacer las estadísticas, pero “nuestro papel como Iglesia es estar con todo mundo, especialmente con la gente que sufre es estar y ahí es donde uno lo ve sufrimiento no cabe números”.
Insistió que “no podemos conformarnos con dar estadísticas a mi forma de ver que puedan paliar algo. No podemos vivir de la percepción, el hecho real es el sufrimiento la inseguridad es la desconfianza de parte de la gente”.