LGBTQ+
El acrónimo va creciendo, el actual es LGBTTTIQAP+ —Lesbianas, Gays, Bisexuales, Transgéneros, Transexuales, Travestis, Intersexuales, Queer, Asexuales, Pansexuales, Plus—. Corresponde a las varias identidades y orientaciones sexuales de las personas. Esto indica que la bandera del arcoíris incluirá otros colores.
Antes de las palabras homosexual y gay, eran utilizados otros insultos: afeminado, marquita, joto, maricón, puto… La prensa y las tradiciones orales dan cuenta de ello. Es posible que Usted recuerde la revista Alarma —la cual sostenía económicamente el semanario Impacto—, la cual daba vuelo al señalamiento tipo Salem a través de “reportajes” y fotografías sobre las sociabilidades gais, sus lugares y prácticas; también relataba con sorna las represiones y violaciones a los derechos de las personas, se focalizaban en Guadalajara, Monterrey y la Ciudad de México.
Antes, en las décadas de los 70, 80 y 90, en Zacatecas las revistas de autores o temáticas lésbico gay —no necesariamente de predominante contenido gráfico o porno— eran ofertadas en las estaciones de autobuses, en estanquillos donde debían adquirir, además de las publicaciones de interés, otros impresos para envolver la compra “pecaminosa, inmoral, exclusiva para ciertos adultos”. En el mercado de la cultura impresa eran objetos clandestinos, onerosos y destinados para públicos restringidos, el vendedor autorizaba al comprador.
El aumento de títulos de revistas gais, provenientes de la capital del país, hizo comprender a los vendedores que la mercancía tenía lectores, por tanto, debieron separar del estante de Alarma, a un anaquel especial, las clandestinas Hermes, Macho Tips y Atractivo, aunque el lugar todavía estuvo alejado de la mirada cotidiana.
Otro detalle, los libros de Genet (Diario de un Ladrón), Zapata (En jirones y El vampiro de la colonia Roma) y Caminha (Buen criollo) también ocuparon un lugar entre los libros; el hecho ocurrió cuando profesores y profesionistas los compraron como lo que eran: literatura, no pornografía.
Cuánta libertad cultural y económica hizo Uriel Martínez; en comercio ambulante ofrecía en abonos o pago completo su poemario Lubricantes. En fin, cada lector y vendedor tiene su secuencia con la cultura impresa de la diversidad sexual. Insistiré, las publicaciones no eran pornografía, a lo sumo eran páginas con imágenes con desnudos bla.
Respecto de los lugares de sociabilidades de la comunidad, los relativamente abiertos, fuese en Tacuba o las instalaciones de la feria, tienen como antecedentes los salones de tal concurrencia en la zona de tolerancia y uno, muy de los ochenta, estuvo en los bajos del quiosco del parque Enrique Estrada. La apertura comercial y las libertades contribuyeron a la diversificación de espectáculos, música para baile y otras prácticas lúdicas.
Las marchas, este año en la edición 22, tienen como precedentes los discretos concursos de belleza, la participación de travestis en fiestas patronales de localidades o de ferias de cabeceras municipales. En todo ello hubo y hay insultos e intolerancias, pero también se van manifestando comprensiones, reconocimiento y respeto.
Como historiador, lo asiento en tal ejercicio, he comenzado a estudiar las sociabilidades que, a golpe de insulto, intolerancia y desprecio, han tomado conciencia de su existencia, sus derechos y el ejercicio de su libertad. Recupero una historia de lo gay en Zacatecas, que existe y se construye cotidianamente (libertarismo, conciencia de clase, perspectiva de género, nuevas masculinidades).
Posdata:
Circulan dos libros nuevos sobre las conmemoraciones patriótico literarias de junio: El nacimiento de un poeta: Ramón López Velarde, a 120 años de su primer poema publicado de Joaquín Chávez Pérez; y Francisco Villa y el villismo en Zacatecas. Estrategias militares, proyectos políticos y construcción de mitos, coordinado por Veremundo Carrillo Reveles, Xóchitl del Carmen Marentes Esquivel y Fernando Villegas Martínez.