LA DESPEDIDA
Hoy es el día, estimado lector. Tarde, pero sin sueño, le dieron salida al general Marín Marín de la Secretaría de Seguridad Pública, de donde se va con el eco de gritos de “fuera, fuera”; un récord de protestas por víctimas de la violencia y el Premio Nueva Gobernanza, categoría funcionario de primer nivel, por su interpretación de Cantinflas. Valga reconocerle el galardón, porque en la 4T, región pasmados, está muy difícil la competencia.
Pero, como dice la canción: ya lo pasado pasado, nomás que en este caso los zacatecanos no dicen: “ya olvidé”. El necesario, obligado relevo llega no en un momento de, sino en una crisis extendida de inseguridad que tanto ha lastimado a Zacatecas, a la que le urgen acciones contundentes. La indolencia de Adolfo Marín sólo dejó mucho qué hacer al nuevo titular de la SSP, Arturo Medina Mayoral. ¡Bienvenido!
EL QUE SIGUE
Al general retirado Marín Marín también lo recordaremos por su frase célebre, porque ni cómo negar que “ta’ cabrón”, por más que algunos todavía lo intenten. Y, por ello, hasta los más ponzoñosos reconocen que el cambio de mando es al menos el inicio (ojo, repetimos, el comienzo) para la que podría ser una respuesta de los gobiernos federal y estatal a los reclamos de paz para Zacatecas, donde hasta ahora sólo hemos visto que la deuda de la Cuarta Transformación crece. Muchos balazos y pocos abrazos.
Serpientes enteradas comentan que el hecho de que el también general Medina Mayoral trae buenas credenciales, sólo que la burra no era arisca, la hicieron. Así que, tras un plan de seguridad publicado un año después, un foro para la paz con conclusiones aún pendientes y en el tercer secretario de Seguridad, esperemos que por fin llegue un respiro.
ENOJADOS
Agárrese porque va de nuevo. Productores del estado amagaron con aplicar la ya tradicional protesta zacatecana y aseguraron que tomarían el bulevar metropolitano, hoy a las 7 horas. De inicio, la manifestación se anunció únicamente en las instalaciones de la Comisión Federal de Electricidad, pero luego se pusieron bravos: los inconformes traen en la mira, además de la CFE, a la Conagua, la Sader, la Secampo y las que se les pongan.
¿La queja? Lo que señalan como desestabilización “económica, social y moral” de las familias del campo por la baja de subsidios en electricidad, cancelación de prórrogas, cobros por títulos rezagados, entre otros pendientes porque ya se la sabe que “amor con amor se paga”. Los quejosos firmaron como Agricultores de Áreas Agrícolas y Pecuarias de Zacatecas, mientras que los venenosos cuentan que, a la cabeza, va el senador José Narro. ¡Lo que nos faltaba!