FELIPE ANDRADE HARO
FELIPE ANDRADE HARO

Los pactos políticos entre facciones adversas son siempre de mala fe, aunque sean convenientes

 

No existe nada más liberador, de la aterrada alma, sobre todo en estos años de muchos balazos y más ideológicos bandazos, que revisar los diarios y leer declaraciones cada día más aterradoras, como saber, que la Legislatura es una sucursal de la basílica de la guadalupana. Y si de ver películas se trata, me quedo con El Ciudadano Kane y Casablanca. Cada quien que escoja la que quiera, total, algunos piensan que Martha Higareda es actriz y No Manches Frida merece el premio del Jurado de Cannes (uyyyy qué miedo).

Mientras en el ranchote sigue el pleito entre el C. Presidente de República y los grupos de conservadores y reaccionarios que pululan en defensa de las instituciones más atrasadas (como la CNDH, INAI, entre otras), en nuestro ranchito sigue la telenovela del presidente municipal desaparecido después de haber sido exorcizado por la Legislatura. Pero también sucedió que los legisladores guadalupanos decidieron que autorizar el aborto es una herejía propia de comunistas. En reunión de la Comisión de Justicia, Igualdad de Género y Salud (del Santo Niño Milagroso Gigante) se discutió el proyecto para despenalizar el aborto.

Los priístas (más conservadores que los panistas) se opusieron rabiosamente a que se autorizara el aborto (en son de broma un camarada me dijo que el PRI zacatecano está más lleno de conservadores que la mayonesa McCormick). “Nosotros siempre hemos defendido la vida. Bueno, los desaparecidos, estudiantes del 68, los luchadores sociales como Rubén Jaramillo y Genaro Vázquez, los muertitos del jueves de corpus y otros, fueron actos heroicos de nuestro partido en defensa de la patria”.

Así, las damas de la vela perpetua y demás grupos religiosos están de plácemes porque los ciudadanos diputados le dijeron no a la muerte y sí a la vida, dijeron no a las minorías y sí a las mayorías, sí a la Rosa de Guadalupe y no a Dr. House. Que se sepa en todo el rancho que aquí el conservadurismo del siglo XVIII sigue siendo el rey. ¡Agnus dei, que tollis peccata mundo, miserere nobis! El cura Melcacho dijo que el aborto es una abominación, que no hay nada más hermoso que amar a los pequeñines. En fin, es lo que hay en esta bendita tierra.

Y mientras sigue la grilla y el gritito mamila de ¡Yo Defiendo Mi Quincena y Mis Privilegios!, las corcholatas siguen rodando y la derecha perdida, los autoproclamados únicos demócratas e izquierdistas siguen perdidos en su discurso patito para seguir formando parte de la burocracia que presuntamente legisla sin legislar. Pareciera una broma de mal gusto, pero es la neta mis estimados, en el ranchote y en el ranchito viven algunos abusadillos que gritan para que los vean y los puedan subir a las listas plurinominales desde donde viven y han vivido a toda madre.

Que el pueblo y sus necesidades no son asunto serio, pues lo más importante para ellos es no perder el espacio para negociar lo que se pueda siempre en beneficio propio y de la familia. Eso de luchar por el pueblo es un asunto gastado y populista que debe eliminarse del vocabulario izquierdista. No se debe leer a Marx ni a Lenin, la línea la disparan Lorenzo Córdova y Luis Pazos, ya que lo in es defender a la burocracia nefasta que tanto daño le ha hecho al país, por eso no dudan en subir a sus redes consignas mamilas de #YoDefiendoA__________ (en la línea anote la institución que defiende para estar a la moda). Ah, y también es buena onda escribir que su lucha contra la dictadura de AMLO llevará felicidad al pueblo sabio (aunque sigan sin definir qué chingaos es el pueblo). Ni modo, son los seudo intelectuales que hay.


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