EL MENSAJE
En tiempos de la Cuarta Transformación, no todo es como lo pintan en la mañanera. Cinco días después de que el presidente López Obrador asegurara que el asesinato del juez Elías Martínez tuvo “otras características” que supuestamente no tendrían “nada que ver directamente con la actividad criminal”, las investigaciones de la fiscalía llegaron ni más ni menos que a los centros penitenciarios.
Resulta que habrían sido dos presos quienes planearon el homicidio y se presume que fue porque el juez se negó a peticiones de uno de los imputados, encarcelado en Río Grande. No, no fue víctima por declaraciones “como ciudadano”, como alegaban las versiones de las “Mesas de Paz”, sino por cumplir su labor de hacer valer las leyes, recalcó el magistrado presidente, Arturo Nahle.
Y los avances del fiscal Francisco Murillo solo confirmaron el mensaje, porque “asesinar a un juez es desafiar a nuestro deteriorado Estado de derecho”, advirtió Nahle García. Pero en Palacio Nacional no parecen aludidos.
POR JUSTICIA
No pareció en la comparecencia del secretario de finanzas, Ricardo Olivares, pero los diputados tienen mucho que corregir en la propuesta del Paquete Económico 2023 del Poder Ejecutivo que, de inicio, no le hace justicia a la justicia.
Magistrados ya alzaron la voz por el Poder Judicial y ni modo que les respondan que no es cierto que las condiciones son precarias, ¿verdad?
Este lunes, toca el turno al fiscal Francisco Murillo, quien también tendrá que insistirles en que urge fortalecer la investigación de homicidios, con al menos 40 millones de pesos, por obvias razones.
Y, para acabarla, a alguien se le olvidó etiquetar lo necesario para que se garantice la atención a personas desplazadas, después de que El Durazno dejara en claro que está lejos aquello de la no repetición.
Ya se verá, comentan los ponzoñosos, si los de la Secta, “independientes” y la oposición pasan del exhorto a la acción. O, como se los recordó Murillo Ruiseco allá por 2021, en sus hombros cargarán también la responsabilidad.
PREPARADOS
Se agitaron los nidos de víboras en el Issstezac, al enterarse de que está la amenaza de que la nueva gobernanza va a agarrar parejo en el instituto y no sólo los jubilados y los pensionados tendrán una amarga navidad, otra vez, sino también los trabajadores se quedarían sin aguinaldo este año. No hay, no hay, no hay.
Dicen los chismosos que, como quiera, los primeros ya se la saben y hasta tienen el machote y el abogado listos para interponer los que al parecer serán los tradicionales amparos de fin de año. Pero los segundos no se la esperaban y, aunque falta para que venza el plazo de ley, dicen que burócrata prevenido vale por dos.
Por eso, nos cuentan que el personal ya se prepara, asesorándose por si la pobreza franciscana los quiere alcanzar con el director Nachito Sánchez. Lejos quedó la promesa del secretario de Gobernación, Adán Augusto López, y a Zacatecas ni la ven ni la oyen.